Amor Inevitable.[One Shot Ziam]

Amor Inevitable.

Liam observaba a las mujeres bailar alrededor del caño, sus piernas largas se envolvían con facilidad trepaban y meneaban sus caderas, una morocha con buenas cuervas se le sentó a ahorcadas, su amigo Andy le levanto el pulgar en aprobación pero el la quito de encima, el no quería esto ni siquiera se estaba excitando.

-Lo siento nena, prefiero no hacerlo-le murmuro sin mirarla.

-¿Que haces hombre?-se quejo su amigo frunciendo el ceño.

-No quiero esto Andy, no me siento cómodo-mordió su labio con nerviosismo-se que te esforzaste para esta despedida de soltero y te lo agradezco...pero voy a irme-le dejo su vaso con el tequila que estaba bebiendo y camino entre todos aquellos hombres de mayor edad que pagaban por alguna de esas mujeres oculto la mueca de disgusto que amenazaba con mostrarse en su rostro a ver a esas mujeres con escases de ropa refregándose a hombres que le doblaban o triplicaban la edad, sintió un poco de pena por ellas, logro salir de aquel infierno donde su amigo lo había traído, el solo podía pensar en unos ojos mieles mirándolo con decepción cuando le informo de su casamiento sin embargo, el no le reclamo solo se limito a abrazarlo mientras acariciaba su espalda, Zayn era el hombre perfecto era hermoso con sus facciones marcadas sus largas pestaña, su mandíbula cuadrada tremendamente sexual cuando dejaba su barba crecer solo unos días, ese hermoso moreno había sido su perdición, su cuerpo delgado pero fornido encajaba perfectamente con el suyo cuando compartían la cama, el no había podido mantener sus manos lejos de él,cuando a los dieciocho años de su mejor amigo le había confesado que le gustaban los hombres, el no podía pensar que otros hombres lo tocaran como solo el quería, asique no le molesto que Zayn lo usara para experimentar con él, sin embargo no pudo negar su atracción hacia su precioso amigo, Liam no había entendido lo que le sucedía nunca había mirado a un hombre con ojos de querer devorarlo como lo hacia con Zayn, aun teniendo una novia de cinco años ¡Dios! El no quería perder lo que tenia con el moreno desde los veinte años ahora siendo un hombre de veinticinco a punto de casarse, Zayn era dos años menor que el, se habían conocido en el edificio donde vivían el recién se había mudado y había bajado para comprar cigarrillos solo que no había tenido suerte el almacén cercano ya había cerrado cuando estaba por volver a entrar al edificio casi choca con un chico pelinegro de rostro precioso quien lo dejo sin aliento cuando le sonrió.

-¿Sabes donde puedo conseguir cigarrillos?-le había preguntado luego de que los dos se disculparan.

-No, pero podríamos compartir mi ultimo justo iba a fumar-el chico saco de su cajetilla el ultimo cigarrillo, lo encendió con rapidez sobre sus finos y apetecibles labios para luego retirándolo para poder exhalar el humo-Soy Zayn-le dijo pasando le la adicción.

-Liam-acepto situándose a su lado-me he mudado al piso nueve-el chico lo miro y le sonrió.

-Entonces somos vecinos, yo también vivo ahí, apartamento 29-le respondió Liam le dio unas cuantas pitadas a su cigarrillo antes de devolvérselo, el hecho de que de su boca pasara a la suya lo había excitado de sobre manera sin una explicación.

-Umh..yo vivo en el 27-froto sus manos estaba comenzando a hacer frió.-gracias por el cigarrillo yo....-señalo hacia el edificio-voy a entrar nos vemos luego Zayn-no sabe por que pero termino guiñándole el ojo, provocando el sonrojo del otro haciéndolo ver tremendamente adorable.

Había quedado malditamente colgado por aquel moreno, sin una explicación, tiempo después terminaron haciéndose mejores amigos y finalmente Zayn le había confesado su atracción hacia los hombre mas específico hacía él, Liam lo había entendido pero le había aclarado que tenia una novia a la cual amaba. Su auto control había durado poco cuando había visto salir a un rubio del apartamento del moreno no había aguantado mas y había tocado su puerta casi con demasiada fuerza un asombrado Zayn lo había mirado con curiosidad, lo había empujado hacia adentro y acorralado en la pared besándolo con pasión provocando una guerra entre sus lenguas, esa noche lo había hecho suyo por primera vez, el moreno había reído cuando le dijo que el rubio solo había sido un amigo, pero que agradecía sus celos sino no hubieran estado juntos.