Se que mis obras son leídas por pocas personas. Y se que aun menos personas prestan atención a las palabras aquí grabadas.
Pero yo no vengo aquí para tener miles de lectores. Yo vengo con la intención de dejar en ti una idea, una reflexión, que te sirva en tu vida.
Así pues, mi querido lector o lectora, el día de hoy te escribo con lágrimas en los ojos, pero con palabras que salen de mi corazón.
Dime tu ¿Te has puesto a pensar en si de verdad eres feliz?
Empieza por pensar una cosa, ¿cuantas veces has abrazado a algún familiar, un hermano, una madre, un padre, esta semana?
Te aseguro casi con total seguridad que han sido menos veces de las que has tomado tu celular en solo un día.
¿Cuantas veces has sido realmente feliz?
Si bien nuestra felicidad no debe estar basada en los demás, ¿realmente crees que vale la pena vivir alejado de los demás?
El día de hoy, mi querido lector, nos preocupamos tanto por asuntos tan banales, que nos olvidamos de lo importante.
¿Por que vivimos quejándonos?
No, yo no usare el típico y estúpido discurso de "nosotros tenemos todo", simplemente por el hecho que el ser humano nunca tendrá todo lo que busca, ni material, ni emocionalmente.
Nosotros no deberíamos de quejarnos por el hecho de que podemos movernos, de que podemos escuchar.
Deberíamos agradecer nos vivir una vida sin ningún temor. Sin el miedo de estar en una zona, en la que rezas por la mañana para no hallar a tu hermano menor tirado muerto frente a la entrada de tu hogar.
¿Alguna vez has pensado en la persona que pasa por tu lado? Sonara tonto, pero abraza a ese extraño que pasa sin pena ni gloria por tu costado. Quizás el día de mañana... tu seas quien necesita ese abrazo.
Antes de terminar con este breve relato te invito a que hagas una de estas tres acciones:
•Escribe en una hoja todas las acciones que quieras realizar en un día, y relizalas. No importa que sea, si quieres comer algo apunta ese algo. Anota todo lo que quieras hacer, sin miedo.
•Cuando despiertes, ve hacia tu familiar más cercano y abrázalo como si estuviera a escasos segundos de la muerte.
•Sal de tu casa, y recuéstate en el suelo, una banca, un coche y ve las estrellas, el cielo, como si fuera la última noche que los vieras.
De verdad, realiza cualquiera de estas acciones de buena gana, y te aseguro que sentirás algo dentro de ti. Una sensación maravillosa, que ni el más fino celular podría causarte.Me despido pues, mi querido lector, no sin antes recordarte que seas feliz según tu propio concepto. Grita, mal dice, jode, bebe, come, pero haslo con la certeza de que siempre tendrás alguien a tu lado.
Se despide tu humilde anfitrión y más lejano amigo escritor con una pequeña frase que espero que recuerdes al amanecer :
¡QUE SE JODAN TODOS LOS QUE ME HICIERON DAÑO, Y LOS QUE ME APOYAN, QUE VIVAN PARA JODER!
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Feliz?
Short StoryEsta vez quise hacer algo un poco distinto Por favor lee esta breve obra y de verdad espero que te deje una lección, al igual que a mi me la dejo lo que me inspiro a escribir esto.