Chicas

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Alex no me dijo nada durante el camino, era alguien que le gustaba saber todo, me desesperaba no saber lo que las otras personas pensaban en ese momento

-Yo conozco por aquí -Volteé para ambos lados de la calle y recordé perfectamente el árbol que estaba en una esquina, justo a lado de un parque -Oh, aquí vivía Salma

-Regreso con sus papás, entonces sigue viviendo aquí, sólo vamos por ella y vamos a comer por fin, le dije que venía primero por ella pero me queda más cerca tu casa así que...

-¿Y Alejandro? ¿Qué pasó con ellos? Cuenta todo

-Yo no soy una chica nena, no puedo hablar de eso contigo

-Anda, dime -Moví un poco su hombro esperando que contestará pero sólo mordió sus labios riendo -Alex, por lo menos háblame de tu vida amorosa ¿Qué pasó con Kath?

-Ella esta embarazada pero no es mio... -Subió los hombros y soltó un suspiro inesperado -Está bien te diré cual es la urgencia

-Oh si si si -Repetí saltando mientras él se estacionaba justo enfrente de la casa de Salma -¿Debería de estar emocionada? ¿Es algo malo? ¿Bueno? Suelta todo ahora

-Conocí a una chica y me agrada demasiado pero no encuentro las palabras para decirle que salga conmigo, ella es tan linda y femenina que es un poco extraño para mi, su familia es la típica familia feliz, esta terminando su carrera y entró a trabajar conmigo te juro que cada vez que la veo me pongo nervioso, necesito ayuda de chicas ¿qué les gusta?

A Alex se iluminaban sus ojos mientras hablaba, se veía bastante lindo y decía la verdad, tronaba sus dedos con ambas manos, eso sólo hacía cuando necesitaba decir algo importante, Salma salió, ya no tenía su cabello teñido, ahora regresaba siendo ella, era una linda chica, subió emocionada al carro después de lanzarse contra mi con un abrazo que podía asfixiar a cualquiera, por su parte ya sabía de la chica con la que quería Alex pero le sugería ser algo romántico y muy exagerado, algo que no le costaba tanto trabajo pues lo era

-Alex, Alex... -Repetí emocionada gritando en mi interior mientras veía que se estaba estacionando donde siempre comíamos

-Se que te gusta más que los lugares a los que te lleva Liam -Me sonrió y Salma soltó una gran risa -Bueno me refiero que con nosotros tienes un poco más de privacidad, supongo que con Liam no te dejan ni comer

-Es divertido -Baje de su carro y me acerque a Salma con una sonrisa -Sabes, Sam es muy divertido y me gusta que siempre me dejen en la puerta de mi casa

-¿Te sientes como una diva? -Preguntó Alex riendo -¿Quién diablos es Sam? El tipo que te cuida ¿No?

-Si a ambas -Salma me dio un pequeño empujón con su cadera mientras Alex se encargaba de abrirnos la puerta del establecimiento

Extrañaba este lugar, no tanto el lugar sino estar con mis amigos en el, no recordaba lo mucho que los extrañaba, las ocurrencias de Salma y como las arruinaba Alex con sus frases motivadoras, creía que si Gerardo y Alex se conocieran mejor se llevarían bastante bien pero a Alex no le interesaba la idea

-Extrañaba mucho esto, pero las pizzas de mis abuelos siempre fueron las mejores ¿Cierto? Ahí conocí a _______, recuerdo muy bien que por estar viendo a los chicos casi me tira todo lo que llevaba, fue muy lindo, desde ahí me daba cuenta que Liam te veía diferente

-Salma "La Adivinadora" -Dijo Alex con un tono de típico presentador de televisión -¿Y qué pensaste de mi?

-Bueno, tu eras el tipo raro de la casa rara con patio raro que trabajaba en el supermercado, sinceramente jamás te puse atención, te había visto algunas veces pero nada importante

Mi pequeño gran secreto (Segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora