Tercero medio

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Hace 12 años entré a un colegio religioso sólo de niñas, siempre fui la menor de mi curso y a la vez una de las mejores en todo. Con el tiempo fui cambiando de amistades, y cambiando mi forma de ver la vida. En cuarto básico comencé con mis desordenes alimenticios, nadie se dio cuenta hasta octavo básico (4 años después) en Quinto básico comencé a autolesionarme, nadie se dio cuenta hasta primer año de enseñanza media. Desde que entré al colegio nunca nadie se dio cuenta de que mi padre era violento, para todos él era el mejor papá del mundo. Recuerdo que hasta cuarto básico yo nunca, pero NUNCA había llorado en el colegio, hasta que un día, mi supuesta "mejor amiga" se enojó conmigo, ¿por qué? Porque yo era gorda. Desde ese día en el que no pude contener el llanto mi rendimiento dejó de ser destacado. En octavo básico tenía un grupo de mejores amigas, las cuales no me conocían muy bien, siempre he fingido ser ególatra y narcisista para esconder todo el odio que en verdad tengo contra mi misma, fingía ser de mente hueca cuando en realidad todo lo que hacía era pensar y nunca expresar nada, como una Barbie. Ese mismo año mi "grupo" me dejó... Y yo me abandoné a mi misma, los cortes y quemaduras eran más profundos y continuos, los ayunos duraban hasta 1 semana, e intenté mis primeros atentados contra mi vida, todas esas pastillas que tomé, toda esa sangre que perdí, pasaron desapercibidas para mis "compañeras" y "amigas". Cada hospitalización fue secreta, me ausentaba muy seguido al colegio y en realidad a nadie le importaba o más bien, nadie lo notaba. Ese mismo año comencé a ser víctima de "ciberbullying" por parte de dos de mis ex-mejores amigas, suplantaban mi identidad, revelaban mis secretos, me enviaban mensajes de odio y me querían muerta, entonces yo también desee con más fuerzas, morir. A todo este ciber acoso se le sumaba la violencia y los golpes por parte de mi padre, el estado de soledad en que me encontraba, mi obsesión por ser delgada y un montón de cosas más. Por alguna razón aguanté hasta el año siguiente, si bien ya había perdido muchas amistades que me rompieron el corazón, seguí, acompañada de unas pocas "amigas" de las cuales nunca tuve seguridad de que fueran reales. En segundo año de enseñanza media comencé a fingir una nueva identidad, una a la cual nada le importaba, no era hueca, sólo vivía deseando morir sin demostrarlo, en abril de ese año conocí la felicidad, la cual acabó en mayo con uno de los atentados de mi padre contra mi que más me ha marcado. Seguí viviendo cargando todo, cortes, quemaduras, ciberbullying, soledad, maltrato, cicatrices, anorexia, trastorno de personalidad, y nuevas "amigas" aparecieron en mi vida, estas amigas eran voces, sombras que me seguían día y noche obligándome a actuar como ellas querían. Ese mismo mes volví a perder una nueva amistad, una que estaba comenzando a considerar como verdadera, entonces entendí porque como ella todos se alejaban de mi, yo estaba loca, soy una loca y nadie quiere a las locas. Nunca fue mi intención dañar a la gente, de hecho creo que nadie merece ser dañado excepto yo, siempre he sentido la necesidad de ayudar a los demás aunque pueda causarme daño a mi misma, siempre intento hacer lo mejor para los demás, esta se convirtió en mi razón de seguir viviendo aunque lo que más quería era morir. Con el tiempo me di cuenta de que he sido capaz de ayudar a cientos de personas lo cual me hace agradecer todo lo malo que me pasa, si tengo que retorcerme de dolor para lograr que alguien sonría, me sentiré satisfecha, como si ayudar a los demás fuera mi misión en la tierra, como un ser de luz, por esta misma razón la gente comenzó a apodarme "Ángel" cuando en realidad yo tenía mi cabeza llena de demonios. Como decía durante mi segundo año creí que algo bueno por fin me pasaría, pero resultó que en realidad sólo dañé a 38 personas, dividí un curso en dos, nunca fue mi intención, yo sólo quería sentirme bien conmigo misma por una vez en mi vida. A final de ese año, una de mis "amigas" que me había dejado, volvió; volvió un día después de que yo saliera del hospital luego de mi doceavo intento de suicidio, recuerdo que fue en octubre, pero eso realmente no importa. El tiempo pasaba y las cosas sólo empeoraban, pero unas personitas se cruzaron en mi camino y se transformaron en motivos para seguir viviendo. Los días pasaban y las voces me atormentaban cada vez más, hasta que llegó mi penúltimo año en el colegio, supuestamente las cosas ya iban mejor a mi al rededor, pero dentro mío el desastre se volvía más desastroso, me sentía muy sola, el bullying era más cruel y constante, mi peso me hacía odiarme aún más, mi padre era agresivo cada día que me veía, la gente se aprovechaba de mi cada vez que podía, las voces y sombras me seguían a cada momento, no podía pensar por mi misma, me obligaban a atentar contra mi vida y mis fuerzas eran casi inexistentes. Lo peor de todo es que nadie lo notaba, hasta ese entonces todos creían que mi vida era perfecta, incluyendo a mis "amigas" las cuales creían conocerme, sin saber nada de mi. El mes de mayo llegó y con él mi cumpleaños número 16, creo que nadie sabe que desde que tengo memoria he pensado en morir a los 16. El día de mi cumpleaños intenté suicidarme por lo menos 4 veces, en las cuales 3 de ellas, mis amigas me salvaron la vida alejándome de la carretera y punte. Esa noche tomé 2 cajas de clonazepam de 2mg que previamente había guardado, tenía todo planeado para aquel día, cerca de las 3 de la mañana mi padre fue a verme y se dio cuenta de mi pulso casi inexistente y me llevó al hospital, recuerdo que me vi sentada en la sala de espera de urgencias, había abandonado mi cuerpo, luego todo fue negro hasta que abrí mi ojo izquierdo mientras me quitaban el sostén para hacerme reanimación o algo así. Al otro día no fui al colegio, y nadie lo noto, nadie lo supo. Los días siguientes las voces me gritaban aún más fuerte y no podía parar con las crisis de pánico, pasaba los recreos en el baño cortándome, y en mi casa sólo tomaba cualquier pastilla esperando dormir, aunque en mis sueños sólo veía a las voces. Se me hacía imposible distinguir lo real de lo irreal, no pensaba por mi misma, era una marioneta de ellas, las voces. Y como siempre, nadie lo notaba. Hasta que un día la directora de mi colegio se dio cuenta y obligó a mis padres a internarme en una clínica psiquiátrica, ellos se enojaron, nunca han estado de acuerdo con esas terapias de hecho he sido yo misma quién ha pedido hora en psicólogos y psiquiatras, iba sola a las sesiones pero nunca nada funcionó. Camino al psiquiatrico viví otro episodio de violencia a manos de mi padre mientras el conducía, rompió mi celular y me gritaba "loca de mierda, loca de mierda" sólo su voz lograba superar las voces de "ellas" llegué a la clínica y me derivaron a una privada, estuve 17 días ahí y sólo mi mamá me visitaba, aunque una vez fueron dos "amigas", me sacaron de ese lugar cuando se dieron cuenta de que le hacía mal a las demás, era la única con anorexia y al parecer las demás se sentían gordas al verme no comer, entonces empezaron a copiar mis hábitos. Me sacaron de ahí contra mi voluntad pues ahí tenía un medio de escape, el arte, como siempre, tenía una sala de arte sólo para mi y la Sofía, una amiga a la cual puedo decir que durante esos días, fue mi apoyo fundamental, tampoco quería dejarla a ella, pero de igual modo me llevaron a otra clínica, en la cual pasé mis peores días, estuve dos meses, en los cuales una joven de 23 años, con más de 62 hospitalizaciones, se "enamoró" de mi, entonces todas las demás corrían rumores sobre mi, me obligaban a comer y cada día me sentía más gorda, hasta que ella se fue, y otra chica con anorexia entró y comenzó mi nueva pesadilla, constantemente me molestaba, entré a la clínica escapando del ciberbullying, pero en vez de eso comencé a ser víctima de bullying físico y psicológico por parte de alguien que estaba las 24 horas del día junto a mi, ella llegó a golpearme y dejó mi boca sangrando, y yo, yo no hice nada, yo sólo me sentía peor porque ni en el loquero aceptaron a una loca como yo. Después de unas semanas viviendo esa tortura, la chica que se había obsesionado volvió "por mi" e intentó hacerme cosas, nunca nadie lo supo, pero fingí mejorarme sólo para escapar de eso. Fue entonces cuando después de dos meses y medio mi mamá tuvo que pedir el alta administrativa, luego de salir entré al colegio, me llené de estrés pero me sentía bien al sentirme útil y distraerme haciendo cosas que la mayoría de las veces me salían bien. Mis trastornos seguían presentes, pero lograba convivir con ellos, aunque al borde de caer nuevamente en el suicidio. En un momento pensé en que yo podía tener un futuro, sin embargo todo se volvió a derrumbar en el momento en que una vez más, me abandonaron, tal vez no quedé sola, pero si con poca compañía y mucho odio hacia mi. No pude aguantar más de una semana en esas condiciones y decidí intentarlo por última vez, decidí intentarlo hasta que funcionó. Mi nombre es Ángel, tengo 16 años, y me suicidé en tercer año de enseñanza media, luego de años con depresión severa con ideación suicida, principios de esquizofrenia, maltrato, anorexia, bullying, trastorno de personalidad, abandono y soledad. Nunca nadie se dió cuenta, o nunca a nadie le importó, sólo me dañaban pensando que así ellas podrían ser superiores a mi, sólo me dañaban sin conocerme, sólo me dañaban porque yo las dejaba, sólo me dañaban porque yo nunca sería capaz de lastimarlas de vuelta.

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⏰ Ultimo aggiornamento: Sep 19, 2015 ⏰

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