Hoy encontré un Amor Platónico. Uno de esos que sólo te dejan ilusión pasajera, de esos que sabes que ni en mil años va a pasar algo, si de amor estamos hablando. Y es que cada que estoy cerca de él es como si estuviera más lejos que siempre; dar un paso hacia él es como retroceder dos, pero sin hacerlo. Y me siento felíz y triste a la vez. No sé si me entiendas o si alguna vez te haya pasado. De lo único que estoy segura ahora, es de que es una maldita tortura tenerlo a un lado y saber que para él soy un cero a la izquierda; de hecho, ni siquiera sé si sabe que existo. Y lo peor es que no me atrevería a decircélo, porque para mi desgracia estoy al tanto de la realidad; que, aunque le llegase a hablar, no pasaría de exactamente eso, hablar. Y es por eso mismo que prefiero catalogarlo como un Amor Platónico, ya que es la única manera de mantener la ilusión y una mínima de esperanza; pequeña y profunda, casi inexistente, me atreveré a decir, pero ahí esta esa molécula de esperanza que tontamente sugiere que algún día, él y yo, podríamos ser un "nosotros".