"Adiós alas moradas"

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Kennedy estaba desesperado, la esperanza de encontrar alguna solución se iba alejando poco a poco y Nando y los demás se acercaban más. Kennedy ya estaba cansado como para correr y el tenía esperanzas de que el señor le ayudara en el momento apropiado. Lamentablemente esa ayuda nunca llegó, Nando y los demás lo alcanzaron, le dieron un par de patadas en el suelo y le arrebataron las alas moradas.

Kennedy estaba enojado. El tenía la seguridad de que el señor le iba a ayudar pero eso nunca ocurrió. Kennedy se paró y se acercó a la casa blanca. Al notar que estaba semicerrada, entró y se llenó de furia al ver al señor durmiendo frente a la ventana.

-¡Gracias señor! - dijo Kennedy en tono sarcástico y muy molesto

El señor de un susto se despierta y nota a kennedy molesto, algo sucio, y nota algo vacía su mochila; prácticamente ya se imagina lo que pasó.

-No puedo creer que me haya quedado dormido. En serio yo pensé en ayudarte si no podías, yo solo quería enseñarte a buscar la solución a tus problemas. Mil disculpas - dijo el señor en tono triste -, pero... ¿Qué te robaron? Si quieres te acompaño a la casa del inepto para hablar con sus padres.

-No conozco su casa. Bueno, ya pasó. Me voy - dijo Kennedy mientras salía de la casa

- Hasta luego Kennedy - dijo el señor mientras alzaba la mano en manera de despida.

Kennedy algo asombrado voltea y le dice:

-¿Cómo sabe mi nombre?

- Está escrito en tu camiseta de colegio.

-Cierto - dijo Kennedy algo incómodo.

Quiso reírse pero como seguía enfadado con él prefirió no hacerlo

-Adiós - dijo Kennedy y se fue corriendo a casa.

Después del problema, Kennedy no paró de correr hasta su casa para sentirse más aliviado y tranquilo. A la mitad de la cuadra más cercana a su casa, un objeto muy extraño en forma de esfera cayó del cielo en su cabeza. Kennedy se rascó la cabeza y se arrodilló para recoger el objeto. La impresionante presencia del objeto lo dejó sin palabras, fue tanta la impresión que no quiso verlo más para después revisarlo más detalladamente en su dormitorio.

-Hola ma' - dijo Kennedy mientras cerraba la puerta de su hermosa casa

-Hola hijo, ¿cómo estas?, ¿porqué tan tarde?

-Tuve un pequeño problema en el colegio pero no es nada serio.

-Bueno, está bien. ¿a donde vas con tanta prisa?

-Al baño que ya me orino

- Está bien, cuidado con orinar afuera. - dijo su mama en tono burlón.

- Haha !mamá!. Ya no soy un niño.




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