~Prólogo~

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Hace 10 años atrás, los hermanos mellizos Jerónimo y Zack de 7 años, su madre les había dicho que la acompañarán a comprar los víveres para el hogar a lo que los 2 hermanos aceptaron sin dudar. Mientras iban de camino, su madre recordó que en una tienda a la que nunca habían ido había un descuento y ella aprovecharía esa oportunidad, mientras se dirigía hacia allí, le dijo a sus hijos que la esperarán en la esquina así no harían un alboroto, como siempre, así que ellos la obedecieron y se quedaron quietos como estatuas mientras su madre con una risita cruzo la calle. Los hermanos no esperaban que aquel día liban a escuchar y ver la sonrisa de su madre por última vez, pues mientras ella cruzaba la calle un auto, cruzando en rojo, la atropello brutalmente matándola en el acto, los hermanos estaban sorprendidos y muy asustados por la situación, no sabían que pensar ni cómo reaccionar. La ambulancia llego pocos minutos después juntó polo el papá de los niños, Dylan, quien al ver a su esposa de tal forma le tapó los ojos a sus hijos para que no siguieran viendo, mientras temblaba y se echó a llorar. Los niños al poco tiempo de comprender la situación lloraban y lloraban, así estuvieron varios días, incluso meses, para ellos era extraño no sentir a su madre entre ellos, no verla, ni escucharla, ni siquiera cuando les cantaba su canción de cuna mientras los tapaba y mimaba.
Cuando por fin habían podido superar su tristeza ya habían pasado un año y a pesar de ser iguales, eran muy distintos en personalidad.
Luego de esa devastadora tragedia, habían pasado 10 años. Jerónimo y Zack tenían 17 años, ambos eran populares con las chicas y siempre andaban rodeados de gente, eran bastante simpáticos y sonreían siempre, pero con la diferencia de que no eran sonrisas cálidas que simbolizaban diversión, si no más bien vacías. Los hermanos una vez que regresaron de la escuela, se encontraron con su padre, quien tendría  una gran noticia para darles, pero no tan grandes para ellos, al parecer su padre conoció a una mujer de la que en un tiempo se enamoró y planeaba casarse, por lo que esa mujer se rendirá que ir a vivir con ellos y con su hija. A ellos desde luego notes gustó para nada, ya que no querían que otra mujer pusiera un pie en la casa, no quieres tener una madrastra y mucho menos una hermanastra, obviamente, sabían que era la felicidad de su padre y que no podían dejar que su egoísmo se la arruinara, así que no se negaron ni dijeron nada que pueda hacer sentir mal a su padre. Su padre se sentía feliz de pensar que su familia volvería a teme ese brillo de alegría que tenía cuando su madre aún estaba con vida, sentía que esa mujer y su hija podrían hacer que sus hijos sintieran felicidad que hace tanto que sienten. Cuando las nuevas integrantes de la familia llegaron a la casa, Dylan presento a sus hijos a su futura esposa y madrastra, con mala gana los hermanaos se presentaron y luego llego el momento de presenté a la hija, quién se llamaba Alex, era una chica de 16 años, con un cabello lacio y largo hasta más abajo que los hombros de color castaño oscuro y ojos castaños claros que resaltaban su belleza, los hermanos quedaron sorprendidos por ver que su hermanastra nueva era así de bella  pero aún así no se quitaron la idea de que para ellos, esas dos no eran bienvenidas, pero lo hacían por su padre.
Por fortuna o desgracia de los hermanos, su padre y su mujer decidieron que Alex iba a ser transferida a la misma escuela que ellos, incluso en su mismo curso, esto a los hermanos no les gustó y decidieron dar su opinión al respecto, pero era tarde, la decisión de los padres estaba tomada. Los hermanos, molestos ya, decidieron que no iban a arruinarle la relación que tenía su padre con aquella mujer, pero eso no incluía a la entrometida del medio Alex, pero, no será cuestión de tiempo para que los hermanos se den cuenta de lo que a medida que pasa el tiempo van sintiendo por Alex? Quién sabe...

Mis hermanos gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora