Dian estaba paralizada. Quería llorar, gritar, tirar todo al suelo con furia. Estaba llena de confusión y angustia. ¿Que no la amaba? ¿Y sus palabras en el tranvía? ¡Él le había confesado su amor y ahora no quería aceptarlo!
-Mientes.
-Dian te estoy diciendo la verdad-explicó el rubio ocultando sus ganas de llorar-, yo no te quiero.
-¡¿Y lo que me dijiste en el tren?!
Bingo.