Capítulo I.

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Aeropuerto Internacional de Los Angeles.
Los Angeles, CA
15 de Noviembre de 1984

- Pasajeros con destino a Miami, por favor ingresar por puerta 6. - dijo una dama, por el altavoz.

- Bueno Dan, nuestro vuelo llegó. - me dijo Jim, mi compañero. - vamos, hay que empezar una vida nueva. -

- lo sé... pero... ¿Miami? -

- no te preocupes, podemos quedarnos en casa de mi primo hasta tener un trabajo estable. -

- está bien - dije, sin mucho animo.

- además, ya estás aquí,. Y no tienes donde ir, yo tampoco, suerte que tenía dinero de sobra. –

Me levanté y me dirigí a la puerta 6, ya en el avión, me fui a la ventana y me quedé dormido, ya que, al cabo de unas horas, estaríamos en nuestro "nuevo hogar".

"En mayo de 1984, un terrible incendio ocurrió en las afueras de Los Angeles, en el que fallecieron 5 personas, y otras 2 se reportaron desaparecidas, para luego darse como muertas. No hubo registro fotografico de los desaparecidos, ya que se perdió en el incendio (...)."

Al cabo de un par de horas, desperté. Aun no llegabamos. Jim no estaba, de seguro había ido al baño.

- señor, ¿se le ofrece algo? ¿para comer? ¿para beber? – me pregunó la azafata. -

- eh... sí, una Pepsi – dije amablemente

- ¿y para comer? ¿nada? –

- ¿qué hay para comer? –

- tenemos galletas, arroz con bistec, y... -

- galletas, por favor. –

Sacó del carrito que traía, unas galletas sabor a queso, y una botella de Pepsi, y me la entregó.

- que lo disfrute. -

- gracias. Antes de que se vaya, ¿ha visto a la persona que estaba sentada a mi lado? –

- creo que está en el baño, si no me equivoco. –

- está bien, gracias. –

Miré por la ventana, un mar de nubes estaba debajo de nosotros, en ese momento, dos aviones de combate aparecieron como instantaneamente por las nubes, como si esperaran que mirara por la ventana para aparecer. Haciendo piruetas, acrobacias, en mas de una vez casi chocan. Me puse a pensar. En zurcar los cielos, sin preocupaciones, sentir las nubes a mi lado, a una gran velocidad. En ese momento decidí entrar en la fuerza aerea. No por servir al país solamente, sino por querer pilotear un avión, sin siquiera tener los conocimientos previos.

- vaya, despertaste – dijo Jim, quien venía llegando.

- creo que tardaste demasiado. –

- no debes saber lo que estuve haciendo ahí, Danny. –

- a juzgar por lo que me dices, creo que ya lo sé. –

- Maldición. Oye, sabes que a unas filas del baño estaba esta linda chica. Se veía encantadora. Estaba leyendo el periodico o algo así. –

- amigo, tu novia te está esperando en Miami, ¿no? –

- no lo digo por mi, Danny. Lo digo por ti. –

- no lo sé, tu sabes que yo nunca he tenido suerte con las mujeres...-

- bueno, quien no sabe eso. –

- pero... creo que no me vendría mal conocer a alguien...-

- ¡esa es la actitud! –

Hablamos todo el camino, y en un par de horas llegamos a Miami, donde nos esperaba Chris, el primo de Jim y Pam, la novia de Jim. En realidad, Jim nació como Bruce Root, pero a los 14 años conoció a The Doors, y se obsesionó con la banda, llegando a ordenar todo su cuarto con decoraciones de la banda, y cosas así.

- hola Jim, ¿cómo lo llevas? – dijo Chris

- bien, tuvimos un vuelo algo agitado. –

- no, me refiero... al... accidente. –

- pues, la verdad es que no nos gusta hablar de eso...-

- oh... pues... -

- por favor, vamos a casa ¿sí?

- ok. –

Jim se dirigió a Pam. – hola, cariño. –

- hola Jim, como te encuentras. -

- he tratado de ser fuerte... pero no puedo. –

- tranquilo, el tiempo sanará esa herida... -

- eso espero... -

Chris nos llevó a su ccasa, la cual hacía tiempo que no visitaba, desde que tenía unos... 10 años, quiza. Entramos, sentimos ese calor de hogar que no habíamos sentido desde hace varios meses. En este lapso de tiempo vivimos en la calle. Alimentandonos de lo que nos daba la gente. Jim tuvo que robar para vivir, y poder hacer este viaje. Chris me guió por un pasillo, hasta que llegamos a un cuarto. Tenía una cama, apegada a la pared, un ropero, una repisa, y en ella una televisión. Eran las 8 de la noche, estaba cansado. Le agradecí, y me acosté. Pensando en los aviones, en la fuerza aerea, en ser libre. Liberarme de esta impotencia que en mi habitaba. En volar.

Mighty Wings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora