Abrí los ojos lentamente, encontrándome con la luz tenue frente a frente.

Incorpore mi cuerpo al observar todo tipo de cosas en este lugar.

Paredes de madera o roble quizá y un gran ventanal que daba la ilusión de querer tener esta vista todos los días; acompañada por unas cortinas negras. Este cuarto era mas grande de lo normal, sutilmente enorme  y parecía el tipo de cuarto del soltero mas capaz y tenaz que hay.

Mire la cama en la que estaba colocada. Era una cosa inmensa. Tenia como endredon la suave piel de...

-Al fin despiertas- escucho que me dice una voz muy ronca.

Giro hacia hacia él y extiende toda la manta de piel de puma para quedarse viendo mi cuerpo, y del que recién me doy cuenta que solo llevaba como prenda unos vendajes que se extendían en mi fémur y un gran pedazo en mi cintura que conectaba y daba vuelta a mis omóplatos.

Estaba completamente desnuda. La vergüenza me podía pero mi cuerpo dolía, que me era imposible extenderme mucho.

-¿Porqué me duele el cuerpo?- dije mientras que con la rapidez en la que podía moverme cubrí mi cuerpo entero con el endredon. Para que después ÉL lo quitara bruscamente.

Inesperadamente me sorprendió al envolver todo mi cuerpo y acercarlo al suyo, abrazándome de pies a cabeza.

-¿Qué crees que haces?- intente separar mi cuerpo apoyando ambas manos en su pecho desnudo pero no podía esforzarme mucho, ni siquiera sabia donde habría dejado toda mi fuerza. Este tipo podía conmigo.- Suéltame.-dije enojada.

-No.- me arrima mas a su cuerpo y esta vez sentí que no necesitaba de ninguna manta o algún ropaje para sentirme cálida entre sus brazos, ¿porque?. No lo se, pero se siente a gusto.

Luego de lo que parecía una eternidad, los siglos pesaban mis ojos y la edad me hacia el costo de no poder incorporarme, quería moverme, estirarme, pero el mismo cuerpo que hace una década me abrazaba, seguía enredado junto al mio.

Ahora que esta durmiendo y yo puesta, me quedo observando su rostro. Reviso unas facciones que nunca antes había visto. Primero me fijo en sus pómulos marcados y con un atisbo de rojizo incorporado. Su barbilla encajada y cuadriculada le daba un aire a peligro, sin embargo la que mas me amenaza es el filo de su nariz perfilada y recta.

Miro esos labios en una linea, no tienen forma pero trastabillan un color rojo profundo, no son carnosos, ni voluminosos, o rellenitos. Pero ese color me hace querer morderlo y que la sangre se combine en mi paladar. Son perfectos.

Su cabello, DIOS su cabello tenia unos pequeños y definidos rizos negros, que con solo mirarlos de lejos brillaban, al igual que esas lagunas espesas y gigantescas que tenia como pestañas.

¡Para ya! , este hombre es sacado de lo imposible por las mismas manos del señor todopoderoso.

Dejo de mirar a su rostro por cambiarla a lo que tenga en frente, mala decisión. me encuentro con el pecho totalmente descubierto de este hombre: Tiene esas formas diseñadas que nunca he visto tan cerca en un chico, oh bueno en nadie nunca. Mierda, no se que le pasa a mi mano que se acerca a esos pectorales tan moldeados y bronceados y uso mis uñas para que se enrosquen un poco en el exuberante vello que tiene esparcido por el pecho. Pero antes de que llegue a tocarlo mi mano es detenida involuntariamente y lo único que puedo hacer es levantar mi mirada. Otra vez, mala decisión. Me esta mirando, o quizá solo esta a la espera de una reacción que pueda hacer y justo me doy cuenta que no de vi mírale a los ojos que me enamorarían tan solo al parpadear.

-Te he hecho una pregunta. - escaparon las palabras de su boca y yo ni siquiera preste atención por mirar a esos ojos negros.

-No. - no sabia que decir, y esa era una respuesta salida de mi boca.

CLAUSURADA. <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora