CAPITULO 20

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NARRA ETHAN

Mientras iba camino al hospital, recordé lo que Corina me dijo en el cine, cada palabra la recordaba perfectamente.

Ethan: (Reí) Con la película, bueno, es que la película me hizo pensar que sería de mi vida si tú no estuvieras y la verdad es que no creo poder vivir sin ti.

Corina: Mi amor, no tienes por qué preocuparte, además algún día tendré que irme.

Ethan: Lo sé, pero no quiero que llegue ese día, no podré soportarlo.

Corina: Claro que sí podrás, encontrarás a alguien que te haga feliz.

Ethan: No, yo no podría estar con alguien más que no seas tú.

Corina: Eso lo dices ahora, pero tienes que rehacer tu vida, yo no quiero que estés solo, quiero que seas feliz con una persona que te merezca.

Ethan: Pero...

Corina: Ethan, prométeme que serás feliz con alguien cuando yo no esté, que por lo menos tratarás de encontrar a alguien para compartir tu vida.

Ethan: Corina, yo...

Corina: Prométemelo Ethan.

Ethan: ... te lo prometo, pero si tú también lo prometes.

Corina: Te lo prometo mi amor.

Cuando llegue al hospital, pregunte por Corina de inmediato, estaba agotado de correr del estacionamiento a la entrada del hospital, pero era poco comparado con lo que sentía.

Ethan: ¿Disculpe enfermera, la señorita Corina Crabbs?

Enfermera: ¿Quién es usted?

Ethan: Soy Ethan Whitlock, soy su prometido.

Enfermera: ...

Ethan: ¿Qué pasa? ¿Está aquí?

Enfermera: Sí, está aquí.

Ethan: ¿Puedo verla? ¿En qué habitación está? (Buscaba desesperado su habitación con la mirada)

Enfermera: Escúcheme.

Ethan: ...

Enfermera: La señorita Crabbs, estaba inconsciente cuando venía en la ambulancia, la encontraron así, pero al llegar al hospital, ella...

Ethan: ¡¿Ella que?! ¡Dígame!

Enfermera: Lo siento mucho joven...

Ethan: (Interrumpí) No, ¡usted me está mintiendo!

Enfermera: En verdad lo lamento, pero la señorita Crabbs, llego sin signos vitales al hospital, ella murió.

Ethan: ¡Noo! Eso no es cierto.

Enfermera: Mi más sentido pésame.

Ethan: ¡Noo! ¡Quiero verla!

Enfermera: Por supuesto, acompáñeme.

Seguí a la enfermera hasta una habitación, cuando llegamos también llego la policía.

Detective: Hola, soy la Detective Stacy.

Ethan: Ethan Whitlock (Estire mi mano para saludarla).

Detective: Hable con usted por celular, ¿Lo recuerda?

Ethan: Como podría olvidar esa llamada, es la peor que he recibido.

Detective: Sí, puedo imaginármelo, lo lamento.

Ethan: ...

Detective: Dejaré que la veas unos momentos, después tenemos que llevarla a la morgue, a que le realicen una autopsia.

Ethan: ¿Pero no sabes de que murió?

Detective: Sí, pero es el procedimiento, es una investigación.

Ethan: ... Está bien, ¿puedo pasar a verla?

Detective: Claro, adelante.

Cuando entre a la habitación, vi a Corina, estaba acostada, tan pálida, sin ningún movimiento, sentía, yo sentía, sentía... nada, simplemente no podía sentir nada, sólo tenía recuerdos de nosotros dos, su sonrisa cuando se reía de mí, o su ilusión de casarse, nuestros planes, todos nuestros planes, nuestros hijos, envejecer juntos, tal vez después de todo sí sentía algo, dolor, tristeza, en niveles tan altos que eran inexplicables.

Ethan: ¿Por qué Corina?, ¿Por qué te fuiste?, ¿Por qué me abandonaste?...

Ethan: Teníamos planes, porque no los seguiste, se supone teníamos que estar juntos siempre, se supone nos casaríamos, se supone tendríamos hijos, ¡Se supone envejeceríamos juntos! ¡Juntos! ¡Se supone moriríamos juntos! ¡Juntos! ¡No así!

Detective: Joven Whitlock, contrólese.

Ethan: Estoy controlado.

Detective: No parece, le pediré que salga por favor.

Ethan: No me iré, no la dejaré aquí.

Detective: ¡Salga ahora! ¡Oficiales!

Entraron 3 oficiales y me sujetaron, tratando de sacarme.

Ethan: ¡Suéltenme! ¡Suéltenme! ¡Corina! ¡Corina! ¡Noo!

Me sacaron del hospital, me dejaron tirado en la calle, ni siquiera quería levantarme, me recosté y me quedé tirado en la calle llorando a más no poder, unos enfermeros llegaron y me dijeron que me fuera, sólo quería estar solo, así que me levante, fui al estacionamiento por mi auto y me fui al departamento. Al llegar estaba Tony ahí esperándome.

Anthony: Ey que paso ¿A dónde fueron?

Ethan: Corina se fue con Demetri, pero está en el hospital, bueno tal vez ya esté en la morgue.

Anthony: ¿Qué carajo estás diciendo Ethan?

Ethan: ¡¿Qué quiero decir?! ¡Quiero decir que Corina está muerta!

Anthony: Eso no puede ser, pero... pero ¿Cómo?

Ethan: Tony, mira ahora ni yo lo sé, mañana llamaré a la Detective Stacy para saber, sólo sé que la ambulancia la recogió inconsciente y murió al llegar al hospital.

Anthony: Entiendo, aún sigo sin creerlo.

Ethan: Fue un accidente a causa de un auto, pero sólo eso, Tony la verdad no quiero hablar de esto... No ahora.

Anthony: Te comprendo, para mí también es un dolor horrible, ve a descansar, ¿me cuentas mañana?

Ethan: Claro que sí, hasta mañana.

Anthony: Que descanses.

Ethan: Sí puedo hacerlo...

Entré a mi habitación, tenía mis ojos hinchados, ya no podía llorar, ya no me quedaban lágrimas, todas las había derramado, me senté en el suelo, viendo a través de la ventana, recordando todo, todo, desde el inicio, cuando conocí a Corina, cuando salimos en nuestra primera cita, cuando le pedí que fuera mi novia, cuando le pedí que compartiéramos nuestras vidas al casarnos, recordaba cada segundo de mi vida que compartía con ella, recordaba su respiración cerca de la mía, recordaba sus labios apenas rosando los míos, sentirla tan cerca, su aroma, y luego recordé que ya no tenía nada de eso, nada, todo eso había desaparecido, todo eso se fue con ella, noté que el cielo no tenía estrellas, estaba completamente oscuro, y pensé que también está triste, es físicamente imposible que el cielo pueda sentir emociones pero cuando estoy triste el cielo también, cuando soy feliz el cielo también o quizá simplemente es lo que siento lo que me hace creer eso, vi como el cielo se aclaraba con la luz del sol, presencié un amanecer hermoso, los colores se mezclaban en el cielo, el simple hecho de recordar todo lo que viví con Corina, hizo que la noche pasara rápido y lento, no pude dormir porque recordaba, sólo eran recuerdos que en mi mente siempre vivirán, pero no vivirá la persona de esos recuerdos, ya no podré tenerla conmigo, sólo veré su nombre escrito en una lápida, jamás volveré a sentirla, jamás... el saber que jamás podrá estar aquí conmigo de nuevo, ese era el dolor más grande de toda mi existencia.

Amor InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora