De la fiesta a la barbarie ( parte 2)

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Me sentía tan humillado por lo que Louis me acababa de hacer, estaba tan distraído con mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegue a la casa de Alonso.

Con temor toque la puerta de aquella casa que visite muchas veces, sin obtener respuesta alguna. Estaba por irme cuando la puerta se abrió dejando ver unos ojos verde aceitunados y una mata de cabellos castaño rojizo.

 Estaba por irme cuando la puerta se abrió dejando ver unos ojos verde aceitunados y una mata de cabellos castaño rojizo

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-¿Niall?, ¿Qué haces aquí?—rascó su nuca, era evidente que no esperaba verme ahí.

Sin decir una palabra me lance a sus brazos rogando por un abrazo pero tardo en ser correspondido, todo estaba en silencio sólo se podían oír mis sollozos y sentía cómo Alonso sobaba mi cabello, aunque a decir verdad más que reconfortante o de apoyo parecía un abrazo de lastima. No sé porque pero en ese momento me entraron unas ganas tremendas de besarle y eso iba a hacer pero Alonso se separó de mí, mientras lo miraba desconcertado el sólo se limitó a sonreír.

-lo siento Nialler pero estoy saliendo con alguien—era obvio, un buen partido como él no podía estar por mucho tiempo solo.

-no, lo siento yo, me deje llevar—la vergüenza que sentía en ese momento era demasiada, pero me sentía herido y humillado, que más daba perder un poco más de dignidad.

-está bien no te preocupes, a todo esto ¿por qué estabas llorando?—con su mano limpió los restos de mis lágrimas, ese suave tacto, como anhelaba que Louis volviera a ser así, hace mucho que su tacto no se siente así, que ya no provoca esa reacción en mi piel, aunque no me explico el porqué, ya que amo a Louis y de ese no me cabe la menor duda.

-pues ........—ya no pude terminar mi oración porque fui interrumpido por alguien, un chico pelinegro, un poco más alto que Alonso y que yo, era muy guapo a decir verdad, aunque sus cejas algo pobladas no sean de mi gusto eso no le quitaba lo bello al chico.

—ya no pude terminar mi oración porque fui interrumpido por alguien, un chico pelinegro, un poco más alto que Alonso y que yo, era muy guapo a decir verdad, aunque sus cejas algo pobladas no sean de mi gusto eso no le quitaba lo bello al chico

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-Alon mi amor que pasa te estoy esperando—se acercó a él y lo abrazó por detrás

-creó que estas ocupado—mis nervios me volvieron a traicionar—es mejor que me valla—Sin más me di la vuelta pero un brazo me detuvo, gire mi cabeza y pude ver un brillo en sus ojos, juraría que por un segundo parecía que aún sentía algo por mí.

Cambiando novios(Niam, Zouis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora