Narración I

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Cerré la puerta cuidando no hacer ruido por miedo a sacarla de su ensoñación. Otra vez, en el sofá de siempre, foto en mano a la altura de su corazón, miraba hacia el vacío, perdida en sus recuerdos.

Bajé la mirada al sobre. Que tenía en mis manos y tomando valor me senté a su lado. Tomé su mano libre y suspiré preparándome para hablar.

—Madre —susurré. Ella se giró lentamente con los ojos vidriosos por las lágrimas que amenazaban en salir.

—¿Ya es hora verdad? — preguntó con voz trémula.

—Sí —respondí entregando el sobre.

Suspiró y miró fijamente la foto durante unos segundos en su mano para luego colocarlo en la mesita a su lado.

—Bueno —habló decididamente secando las lágrimas que no pudo retener mientras se ponía de pie y me regalaba una dulce sonrisa—, Como él decía: "Nunca es tarde para volver a empezar".


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