Capítulo 3

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No me lo puedo creer. Enserio, tenías que ser tú, habiendo tantas personas precisamente tenías que ser tú el hijo de ellos, (si me estas castigando por alguna maldad que hice, te pido perdón señor).

Estaba recostado en mis muslos, con su sonrisa blanca y ojos azules mirando en mi interior, sin olvidar su pelo rubio alborotado, esta vez no estaban lizo tenían volumen y rizadito.

_Que haces tú aquí!!?- exclame

_pos, estaba mirándote dormir. Déjame decirte que casi te compare con un ángel cuando te vi- dijo con una sonrisa al final

_Digo, que haces en mi habitación?, eres un mucamo o algo?

Se ríe mostrando su hermosos dientes blancos...espera...acabo de decir que sus dientes son ¿¿hermosos?? Creo que al espantarme el sueño, estoy alucinando.

_tengo cara de sirviente o algo??- dijo sonriendo y con ojos divertidos

_si, y de pervertido también- le dije lo más sincera posible

_Enserio preciosa, tengo cara de pervertido!?- dijo sonriendo.

_Si -dije mirándolo a los ojos- de un pervertido que entra en las habitaciones de las chicas sin ser llamados

_yo diría que tengo cara de un ángel o eso es lo que me han dicho- me dijo con un sonrisa pícara. Y con su mano tocando cada parte de su cara

Enserio, creo que tiene como un TIC en los cachetes o algo, de verdad me está molestando verlo sonreír tanto, no le veo la gracia, ya que espanto mi sueño de la tarde.

Y ya que le curiosidad me está matando, le pregunte.

_Eres el hijo de los Van pelt?-dije con ojos de curiosidad y esperando un "No" por respuesta.

_Que tú crees??

Si, bien me fijo ahora, él tiene un gran parecido a Nicolás y a la señora van pelt!. Tenía los ojos igual que su padre y el pelo rubio rizado como su madre.

Y sacándome de mis pensamientos noto, que aún sigue recostado de mis muslos.

_Eso, no es una respuesta- digo moviendo los piernas para que se levantara de mis muslos, cosa que no funciono!

Porque después, se quedó mirándome a los ojos, de una manera que no sé cómo sobreviví a esa mirada. Esos ojos azules me estaban penetrando en mi interior y juro que sentí que el tiempo se paró.

Me perdí tanto en esos ojos, que no me di cuenta que estaba a centímetros de mi cara. Me estremecí. Parece que se dio cuenta porque, sonrió. Y de un momento a otro se acercó más a mí, con una mirada fija hacia mis labios. Involuntariamente cerré mis ojos (no sé porque carajos) cuando lo sentí cerca.

Oh mi Dios, si los perfumes masculinos mataran, estaría muerta ahora mismito. Estaba a centímetros de mí y mis fosas nasales se inundaron de su riquísimo pero no fuerte esencia de perfume. Olia...aAAAH...no hay palabras, ahora, (por experiencia, hay perfumes de hombres que te dan una galleta sin manos, de tan fuertes que son) pero su perfume era distinto.

Estábamos apunto de besarnos cuando...

_No pierdes el tiempo eh hijo??- dijo Nicolás con ojos de platos medianos y una sonrisa enorme

_tu sabes que no papa- le dijo con una sonrisa, enserio, me estaba molestando, que sonriera tanto. ESPERA... Le dijo "PAPA" !!!

Lo arrempuje, que cayó al suelo, porque el muy él, estaba acostado aun en mis muslos. Nicolás se echó a reír por mi acto y él se estaba sobando la nachas, parecía un niño.

My Heart Says...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora