Más allá del límite.
1:30 pm. New York City. Escuela Secundaria “Himalton”
Eric Maury estaba sentado en la última fila del salón, exactamente en el último asiento de esta, tenía una chaqueta a rayas verdes y unos jeans gastados, su cabello un poco despeinado y unos pequeños bultos negros debajo de los ojos gracias a no haber podido dormir las últimas noches, él le llamaba “insomnio” cuando en realidad era por pasarla llorando, no era ver raro al chico en el cubículo del baño sentado llorando y lleno de moratones , pero lo que en realidad desconcertó a toda la población estudiantil fue cuando Joe Milton se le acerco ese 18 de junio en medio del descanso .Eric estaba sentado en una de las mesas que descansaban al fondo de la gran área comedor, solo como habitualmente estaba, mientras picaba una porción de comida con el tenedor, mientras se entretenía con esa maniobra de picar su almuerzo visualizo a una sombra que se acercaba a su mesa, al levantar la mirada vio a nada más y nada menos que Joe Milton, que venía justo a su mesa con una sonrisa en el rostro, su cabello arreglado y esa campera cerrada de cuero que lo distinguía, unos converse negros sobresalientes de su pantalón blanco apretado, Eric no dijo absolutamente nada y siguió picando a la ensalada que tenia de lado.
Hola-dijo Joe sentándose frente a Eric con una sonrisita escapándose de sus labios-
Hola-le respondió Eric con un tono seco, poco amigable- se te perdió algo? –Milton negó con la cabeza y su sonrisa aun en el rostro-
En realidad he venido a hacerte compañía –Eric mostro una mueca rara pero graciosa a lo que el pelinegro sonrió-
Enserio?, no pienso caer en esa broma pesada amigo, mejor ve por tus nenas y echen una porra lejos de aquí – a Joe se le dificultaba más si Eric no ponía de su parte, ¿acaso Eric no tenía conciencia de que Joe era uno de sus mejores amigos?, desde que eran infantes, Joe&Eric eran como la uña y la mugre, inseparables con todas y cada una de las letras a su favor, aunque ya habían pasado unos 5 años desde ese entonces ,se habían separado cuando cumplieron los 12 y de ahí hasta su actualidad no habían cruzado palabra alguna, solo una que otra miradita, pero era el momento quería volver a ser el inseparable de Eric, SU ERIC, tenía miedo de que Eric quizás, no quisiera volver a lo que habían sido hace años, porque en realidad Joe fue quien dejo de hablarle a Eric, la culpa era de él había cometido una estupidez, a sus tan solo 12 años se le había declarado a Eric y eso rompió por completo las líneas de amistad, aun lo recuerda todo.
*Flash Back*
Se encontraban en la heladería, si Joe no recordaba mal comprando unos vasos de helado sabor fresa y pistacho, Eric tenía una sonrisa en el rostro, él amaba los helados y más de pistacho, se habían sentado al final en una de las mesas verdes con poca luz, Eric tomaba la mano de Joe como siempre lo hacía y al chico le hacía sentir nervioso.
Pasa algo Joe, te noto raro hoy- menciono el ansioso chico feliz lleno de pistachos en la cara-
Eric tengo algo que decirte- pronuncio pausado y lentamente Joe-
Está bien te escucho que pasa, rompiste de nuevo una muñeca de mama o te has escapado de casa?- pregunto el chiquitín ojiverde a su amigo nervioso-
Ni una de las 2 más bien es algo que te incluye a ti –Joe le respondió-
Que paso?- dijo asustado Eric, en un tono autoritario más que como de pregunta-
Bien, hace poco me di cuenta de que siento algo por ti, algo fuera de lo normal, no te quiero como mi amigo porque te quiero de otra forma yo estoy … enamorado de ti Eric–explicaba Joe con más nerviosismo que hace un par de minutos-
Pero si soy un chico, un chico no puede enamorarse de otro chico Joe –le cuestionaba Eric exaltado-
Si puede yo me enamore de ti y no me importa que eres un chico Eric porque yo quiero que seas MI chico.- después de eso Joe solo vio cómo su Eric bajaba de la silla dejando su helado ahí derritiéndose y marchándose no solo dela heladería sino de la vida del pequeño Joe Milton.
*End Flash-Back*
Eric yo –Joe dejo de hablar, que diría?, ”lamento haberte dicho que me gustabas, ahora me gustas mas pero me controlo solo te vigilo 2 veces a la semana ya no 7,ya no te tomo fotos y menos te estaqueó a todas horas por tus redes sociales ” NO!, Era un idiota, quizas el idiota más grande debía ponerle cara a esto-
No lo digas, por favor –le pidió el chico ojiverde mientras se levantaba a tirar su comida picoteada-
Pero enserio quiero volver a ser tu amigo, quiero ir a tu casa, saludar a tu madre, ir a tu cuarto y jugar por horas videojuegos como en los viejos tiempos Eric.-había dejado caer todo, se sentó derrumbado y gruñendo para sí mismo mientras veía como el mayor se aproximaba de nuevo
Ya no somos niños Joseph, tenemos 17, tu siempre sales con tus amigos y bien yo hago horas en la biblioteca, tú vas a bares y fiestas mientras yo estudio o salgo de casa a pasear a “Dogi” somos más diferentes, más complicados, ya no somos los niños que jugaban Mario Bross en casa -dijo Eric con pesadez, se sentía terrible, ver a Joe rogándole, sentado y triste, con una mirada perdida era devastador, pero tenía que ser fuerte no se dejaría caer por el enemigo-
Yo, yo solo quiero volver a ser lo que éramos antes – Joe hizo una pausa- de que –en ese momento se sonrojo completamente-
De que?, ah si –dijo Eric divertido y sarcástico- de que me dijeras de la forma más inoportuna que eras gay?, que te gustaba?, que estabas enamorado de mí?, yo aún no lo supero Joe .
Tú fuiste el que se cerró, recuerdo haber llegado a la escuela feliz como siempre a saludarte y todo el día me evitaste – Joe lagrimeo ese recuerdo lo hacía sentir de lo peor –
Yo, estaba molesto, no sabía cómo estar, si feliz porque te gustaba o simplemente triste porque acabaste con nuestra amistad –Eric se levantó de la mesa dispuesto a irse, cuando la mano de Joe lo tomo desprevenido haciéndolo regresar no solo a el lugar sino encima de sus piernas, Joe estaba llorando, llorando por él, Eric había quedado como el malo de la película, el villano, pero solo quería evadir los sentimientos que le traía el pelinegro, Joe se acercó demasiado tanto que Eric podía escuchar su sonora respiración, se quedaron así un rato, sin importar que toda la escuela los estuviera viendo.
Acabas de decir “que estabas molesto, que no sabías como estabas, si feliz porque me gustabas o molesto porque nuestra amistad fue destruida por un idiota que te daría todo hasta la luna a cambio de que lo amaras”?-ambos sonreían Joe tomo a Eric de las mejillas y lo acerco más, rosando sus labios.
Aun me gustas –y le dio un beso, un beso que sería muy difícil olvidar, lleno de todo aquello que por 5 años se guardaron, no uno fugaz ni rápido, sino todo lo contrario lento y sin prisas.
