Just be mine [Book #1]

Capítulo 12: Nada que no haya visto antes (Maratón 2/3)

Alonso volvió a la habitación, abrió lentamente la puerta pensando que el mayor estaba dormido, pero al parecer no, se encontraba semidesnudo solo cubierto por una pequeña toalla que solo tapaba lo necesario.

Los pantalones de menor empezaron a volverse más apretados, caminó sigilosamente hasta donde se encontraba el castaño y comenzó a repartir besos en el cuello de este quién se encontraba de espaldas.

-Alonso, espera, la toalla se puede caer y...- El pelirrojo sonrió y de un movimiento rápido quito la diminuta toalla que cubría su cintura.

Las mejillas de Jos se empezaron a cubrir de un tono carmín y rápidamente tomó la sabana de la cama para cubrirse un poco.

-¿Por qué te cubres? No es nada que no haya visto antes.-

-Pero...-

-Pero nada.- Los labio de Alonso se posicionaron sobre los de José, retiró delicadamente la sabana que lo cubría y lo acostó en la cama.

Empezó a repartir besos en todo su torso y bajo hasta su semierecto pene, empezó a chupar y morder delicadamente.

-Alonso, no quiero.- Este hizo caso omiso a las palabras del mayor y continuó chupando como si de una paleta se tratase.

-Alonso, es enserio, para.- El de orbes avellana tenia los ojos llorosos, el ojiazul lo volteó a ver y se retiró bruscamente.

-Cambiate rápido, te voy a llevar a tu casa.-

-Quiero estar contigo.-

-No te estoy preguntando que quieres, te estoy diciendo lo que vamos a hacer.-

-Soy tu novio, ¿no es así?. Tengo derecho a estar contigo.-

-Pues sabes, si te vas a comportar así, mejor no quiero estar contigo.

Ahora hazme el favor de cambiarte y callarte de una puta vez.-

Los ojos del mayor empezaron a nublarse por la cantidad de lágrimas que se acumulaban en ellos.

-No llores, que me fastidias.- Dijo el pelirrojo formando una evidente mueca en su cara.

El castaño se apresuró a cambiarse, quería ir ya a su casa, se sentia tan usado, Alonso solo le había quitado lo único importante que había cuidado por tanto tiempo y era irreversible el hecho de que lo había perdido.

Salieron de la casa y el camino a la casa del menor se tornó frío y silencioso, nadie se dignó a decir nada por la evidente tensión que habia en el ambiente.

Para Jos fue el caminó más largo hacía su casa.

Bajo rápido del auto y sin siquiera despedirse entró a su casa, para desplomarse a llorar al apenas cerrar la puerta.

No quería volver a ver esas orbes azules, ni ese cabello castaño rojizo, había sido tan estúpido al acceder a ir a aquélla fiesta.

Se limpió un poco las lágrimas y se levantó para ir a su cuarto, lo necesitaba, necesitaba estar un momento solo.

Alonso por su parte se encontraba en un bar de mala muerte, consumiendo cantidades exageradas de alcohol, necesitaba al muchacho de orbes avellana, quería hacerlo suyo cada que le placiera, amaba la manera en que su cuerpo se colapsaba bajo el suyo a la hora de tener sexo.

Sacó un pequeño paquete blanco de su bolsillo y lo inhalo rápidamente haciendo que su mirada se tornara turbia.

Era todo lo que necesitaba para tomar el valor necesario para ir a la casa de Jos y hacerlo suyo, quisiera o no.

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Hola! Segunda parte del maratón, ya viene lo bueno!
Esperó les guste!
Los amo ♡♥♡♥