- ¿Y qué tal con tu trabajo? –Me mira-.
- Bien, bueno supongo que bien. Siempre quise trabajar ahí-.
- Me di cuenta. No faltas nunca, hasta vas en vacaciones de invierno. Tenes que relajarte un poco más nena-.
- No me quiero relajar, tampoco lo necesito -La miré- Yo me siento relajada. ¿Quién no se sentiría relajado estando rodeado de una buena literatura?-.
- Tenes razón, pero necesitas conocer a alguien-.
- Sos igual que mi mamá, ¡No necesito a nadie!-.
- Haber, Azucena, te conozco hace años. Nunca estuviste con alguien en una relación seria-.
- ¿Y qué tiene?
- Quiero que ames a alguien, que estén juntos.
- Algún día voy a estar con alguien, o capaz no. Nadie lo sabe, ¡Ni yo lo sé!
- Incluso la gente que afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino, mira antes de cruzar la calle-.
- No metas a Stephen Hawking en esto, Odilia-.
