Capitulo.2

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Dude en bajar del auto.

Inhale profundo y me estire un poco para alcanzar un par de caramelos de la guantera. Abrí la puerta con lentitud y me detuve un minuto a ver la luna, estaba tan blanca y brillante que podría estar ahí viendo todo el tiempo del mundo. Estuve viéndola tanto como pude y seguí mi camino hasta la puerta de entrada,puse mi mano en el enorme pomo de metal y lo gire de un solo movimiento.

El olor a carne frita inundo mis fosas nasales, delicioso.

Un suspiro escapo de entre mis labios, iba a extrañar cosas como esta en caso de que decidiera aceptar la propuesta de mudar mi tranquila vida aquí con mis padres a una independiente y desastrosa al lado de mi hermano, digo, no quisiera restarle crédito a Ryan pero no es precisamente la persona mas responsable y ordenada.

-¿Recién llegas hija?-dijo mi madre saliendo de la cocina con un par de vasos con agua de limón.

Apenas caía en cuenta de que fácilmente podrían ser las 8:00 de la noche; carajo.

-Bien, no me había dado cuenta de la hora, lo lamento Lena-le respondí sonriendo tan sincera como pude.

-Si, eso pensé .. Toma un lugar en la mesa y unos cubiertos de aquellos cajones-dijo señalando un par de cajones al fondo de la cocina.

Lena no era mi madre biológica pero yo la quería lo suficiente como para llamarla "madre".
Eleanor, mi verdadera madre había muerto hacía ya nueve años atrás y aun parecía que había ocurrido ayer, tras la muerte de la mujer que yo mas he querido se ocultaban mis sombras mas oscuras.

-Las cucharas estaban ahí ¿no?-señale otro estante del lado contrario de la cocina.

-Ciertamente, pero si llegaras a casa a tiempo señorita, estarías enterada de que las cosas están cambiando un poco por acá-dijo llevándose la mano a la cintura.

-Hey, deja decirte que esta casa luce mejor que nunca, impecable diría yo.

Soltó una carcajada y negó con la cabeza.

-Si, eso ya lo se-me guiño uno de sus grandes ojos-Por cierto.. tu padre aviso que llegaría un poco tarde hoy, así que vamos a esperarlo unos minutos¿vale?-dijo y puso el ultimo plato sobre la mesa.

El aspecto y el olor que se podía percibir era exquisito, pero no se compara ni un poco con el sabor de la carne de Lena.

-Bien, me gustaría hablarte sobre algo antes de que papá llegue.. ¿sabes?-le dije mirando mis dedos entrelazados.

Mi hermano y yo teníamos algunas conductas en común, como entrelazar los dedos y enrolar nuestros cabellos cuando estábamos nerviosos o nos sentíamos acorralados, por ejemplo.

-Dale pequeña, habla ya-dijo con curiosidad mientras los ojos se le ensanchaban.

-La cosa es que..-comencé.

La puerta de la cocina se abrió de repente y mi padre apareció frente a la mesa.

-La cosa es que esa carne luce deliciosa -dijo frotando sus manos.

Carajo.

Love is not mine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora