*Narra Jhon*
Llegamos al lugar en donde se encontraba la "famosa" Stephanie, quien era la que mandaba en el lugar según decía Sophie, era algo así como una mansión, como un castillo, era tan grande que no me alcanzaba el cuello para mirar alrededor de todo lo que era el lugar, cuando de repente escuché las puertas abrirse, miré hacia ellas, las cual por cierto también eran gigantes, vi salir a una chica, la cual parecía de mi edad, cabello ondulado, llevaba una vestimenta blanca, la cual era algo extraña, ya que nunca había visto a una chica usar algo así, y tenía unos grandes ojos verdes azulados, intensos, poderosos, los cuales con solo mirarte te dejaban con la boca abierta, se la veía muy bella y segura, se acercaba a nosotros, con una pequeña sonrisa en su rostro, lo sentía tan en camara lenta, como si fuera una película, y se acercara una super-modelo hacia mi, imaginaba mi cara de bobo en este momento, así que sacudí mi cabeza y volví al mundo real... O bueno, a un mundo, no sé si el real.
-¿Estás bien? -Susurró Sophie tirando de mi camiseta.
-¿Eh? -Balbucee.
-Estás completamente perdido -Soltó una pequeña risa.
-Hola... -Dijo la chica que estaba viendo hace unos segundos, quien extendió su mano hacia mi, yo la tomé e hice una leve sonrisa- Soy Stephanie, ¿Qué tal estás Jhon?
-¿Cómo sabes mi nombre? -Era una pregunta tonta la que hice, después de vivir esto, preguntar eso se veía estúpido.
-Yo lo sé todo sobre este lugar, lo que entra, sale, todo lo que pasa. Un gusto -Dijo riendo levemente, y soltó mi mano. Después se giró para hacernos un gesto con la mano- Vengan conmigo -Empezó a caminar hacia el lugar que había visto anteriormente, la seguimos y al entrar todos las puertas se cerraron, yo realmente estaba confundido y no podía entender absolutamente nada de lo que pasaba, solo hacía lo que me decían, cuando llegamos a un lugar donde había algunos sofás, una mesa enorme en centro, ventanales enormes, con cortinas elegantes, cuadros de personas que parecían de la realeza pero con vestimentas raras y una gran chimenea, Stephanie se sentó en uno de los sillones y con su mano nos invitó a sentarnos en frente suyo. Yo lo hice, y me senté junto a Sophie.
-Ahora, ¿Me puedes explicar qué es lo que está pasando aquí? No entiendo nada -Dije y ella sonrió levemente.
-Bueno, primero antes que todo debes saber que este es el lugar donde puedes ser libre, puedes estar fuera de tus problemas por ratos, los que quieras, no intentes entenderlo, porque no lo entenderás, nadie lo puede explicar, solo lo vivimos -Amplió su sonrisa- Te elegimos a ti para que te despejes de tus problemas, para que entiendas mejor las cosas que están pasando en tu vida.
-Oh claro, un lugar sin sentido quiere encontrarle sentido a las cosas, es lógico, eh.
-Oye, no nos subestimes, ¿Okay?
-Al menos pueden decirme, ¿Que son ustedes? ¿Son ángeles? No entiendo, ¿Como eligen a personas?
-No somos ángeles, pero no somos personas, solo tomamos su forma para entendernos mejor con ustedes, somos una raza superior que quiere mejorar la humanidad, todo es tan difícil allí que realmente nos preocupan, así que tomamos a las personas que podemos, para que vengan y estén un poco más feliz, le intentamos hacer entender que su vida no es tan mala, algunos nos rechazan, otros simplemente no les importa, hacen lo que quieren, así que tomamos casos que se puedan mejorar, hay varios casos que son realmente complicados, lo que pasa es que los humanos son muy tercos y les cuesta entender, pues estoy segura de que por eso somos una raza superior y podemos hacer cosas imposibles para ustedes, podemos desafiar el espacio y tiempo, la forma, los sentidos humanos, pero a veces los humanos no nos dejan, el punto es... Solo queremos ayudarlos.