Capítulo 8

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(Narra Jesús)
Entramos Dani y yo al cuarto de baño y dejamos a Came y Calum solos. Sabiamos que habían estado follando. Gritaban y uno de los dos gemía bastante fuerte. Teniamos un plan. ¡Hoy follabamos! Así que en cuanto nos duchamos, nos secamos y salimos, desnudos. Fuimos a donde estaban los chicos y nos sentamos. Empezamos a hablar y de vez en cuando me tocaba los huevos, para calentar un poco.

- Illo que vamos a cenar. - Pregunté a los chicos.

- ¿Pedimos una pizza?- Propuso Dani y todos asentimos.

- Venga pues llamad ustedes al Telepizza que nosotros vamos a ponernos algo.

Nos levantamos y noté como nos miraban el culo. Tenían tantas ganas de follar como nosotros. Subimos las escaleras hacia nuestros cuartos. Sabíamos que íbamos a ponernos... y no iban a ser unos calzoncillos normales. Teniamos que calentar a estos dos chicos, y calentar era nuestra especialidad.

Dani y yo bajamos, yo llevaba unos calzoncillos rojos, tenian una tela sujetada por dos botones, detras de esta tela había un agujero por donde salía la polla si se desabrochaban los dos botones; Dani llevaba unos slip de estos que dejan ver el culo. Había que poner cachondos a los chicos. Bajamos y estaban en el sofa, tirados viendo la tele. No dijeron nada de su ropa interior. Pero sabía que les gustaba.

- Ya hemos llamado a Telepizza. En 20 minutos está aquí la pizza.- Dijo Came.

- ¡Ostias! No hay huevos de coger la pizza en pelotas.- Dijo Dani, y se rio.

- ¿Qué no hay huevos? - Le respondió Calum haciéndose el chulo.

- Illo estais loquisimos macho- Les dijo Cámeron.

Los dos se quitaron los calzoncillos. Era una escena preciosa. Dos buenorros desnudos. El culo de Calum era perfecto, que ganas de meterle la polla, joder. Cameron ya se había empalmado y yo iba por el mismo camino. Nos sentamos todos a esperar. De repente se levanta Came y se quita también los calzoncillos. ¡DIOS! ¡Cámeron la tenia enorme!

- Yo me uno- Les dijo a li hermano y a Calum y se sento con ellos. Los tres se pusieron a tocarse las pollas.

Yo desabroche los botones de mi calzoncillo, me saque la polla y me uní a ellos. Diez minutos más tarde llaman al timbre. Nos levantamos los cuatro. Dani cogió los 12€ y abrimos la puerta. Era el repartidor. No dijo nada pero estaba nervioso y asustado a la vez. Todos nos reíamos. Al final se fue. Entramos en casa y dejamos la pizza en la mesa. Estabamos los cuatro desnudos, de pie y con la polla más dura que una piedra. Sin duda la más grande era la de Came, ese tío me ponía cachondísimo. Tenía la polla tan erecta que le tocaba el ombligo y un matorral de pelo que me encantaba. La verdad es que me gustaba que un tío tubiera pelos en la polla, aunque su hermano se depilaba y Calum parecía que también.

Continuara...

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