7.-Mentiras.

580 30 19
                                    

Cogí a Louis de la mano y lo llevé conmigo a un lado de la sala. La música era tranquila y podía ver como la gente bailaba en pareja. Louis parecía nervioso, pero aún así, colocó sus manos en mis caderas y me atrajo hacia él, juntando un poco nuestros cuerpos. La mirada de Louis era descendente. No sabía si era porque quería ver mis pechos desde arriba o porque símplemente, tenía vergüenza. Nos movíamos al ritmo de Someone Like You de Adele, que, mientras yo canturreaba un poco la canción, me dí cuenta de que la letra se parecía un poco a Louis. Este me miraba sonriente, escuchando cada nota que iba cantando yo suavemente. Por fin levantaba su vista, me ponía nerviosa no saber porqué miraba hacia bajo. A mi me gustaba tenerlo todo bajo control,era como una obsesión. Fue llegar Louis y desmontar mi prestigioso castillo de acero como si estuviera hecho de náipes. Me sacaba de quicio con tanta facilidad que fue eso lo que me atrajo en un principio de él. Me gustaría aprender a describirle, sin embargo mi própio deseo hacia él me ciega cuando lo tengo cerca. ¿Algún día todo esto tendrá un fin? No se si me estoy enamorando de él, o si ya lo estoy, pero eso sinceramente no parecía ser normal. ¿Lo era?. Parecía una puta gelatina ahora mismo, soy consciente de que si ahora Louis me soltara, caería al suelo. Y hóstia monumental la que me llevaría al hacerlo. Perdida en sus ojos y sumisa de sus brazos, me di cuenta de las ganas que tenía de besarle ahora mismo. Solo un beso, y sería suficiente. Una demostración para mi misma de que todo lo que siempre había querido, lo habría podido tener. Solo uno, pequeño si para ser tenía que ser así.

-Cantas muy bien.-Declaró en voz baja-.

-¿Gracias...?-dudé en qué decir.-

-¿Es una pregunta o una afirmación?

-Emm... ¿Afirmación?

-Decídete, ____.

-Afirmación.-dije segura.-

-Vale.-Sonrió.-

Cambió completamente la música y sonó una canción rápida y movida. Mi oportunidad para que Louis cayese.

Empecé a mover mis caderas, sin duda era mi mejor punto del cuerpo. Louis se veía perdido, supongo que nunca una chica le ha bailado así. Con las manos en la cabeza, los codos juntos, mi cabeza girada hacia Louis, mis ojos entrecerrados y mis caderas moviéndose de un lado al otro, Louis levantaba levemente las manos en son de paz y alejaba sus "joyas coronadas" de la órbita que mis caderas creaba al girar en círculos. ¿De verdad era tan inocente, el chico? En un momento en el que alcé mi mirada a las escaleras para revisar que todo estaba bien, estaba bajando por allí una pareja bien caliente. Mi cara lo dijo todo.

Paré de moverme, miré atentamente. Louis me miró extraño, pues ya no tenía sentido seguir con su baile exótico parecido al de un negro de una tribu. O aún mejor, como si estubiera socorriendo al dios HA.

-____, ¿Pasa algo?

Le miré y hice un cambio total de mi cara, ahora me concentré en sonar lo más convincente posible. Sonreí, le tomé por el cuello y le sonreí.

-No, absolutamente nada. Anda, ¿por que no bailamos un rato?

Sonrió tímido y empezamos a movernos al rítmo de la música de fondo. Él me tenía agarrada casi por el sobaco, un poco más a bajo (gracias a Dios). Creo que tenía miedo de bajar demasiado las manos y que por un accidente bajen y toque mi trasero. Claramente lo digo, mi trasero no es apto para cualquiera, pero si Louis me lo tocara, un poco más y monto una fiesta monumental. No entiendo por que quiere ser tan correcto con todo lo posible. Es un maldito adolescente (creo) y es humano (espero) y supongo que deve tener sus necesidades de hombre. Eso me hizo pensar... ¿Si Lou tenía esa clase de necesidades, se las satisfacía a sí mismo? Me vino una imagen de Louis haciéndose una paja. Debo admitir que la imagen estaba bastante caliente. No me percaté de que Louis estaba intentando girar mientras bailábamos. ¿Que pretendía? ¿Jugar al corro de la patata? Bueno, el caso es que devía mantener a Louis lejos de esa escalera, pues ahora mismo estaban... ¿Que mierda?

De un momento a otro Louis tragó saliva y bajó sus manos hasta la altura que un hombre de su edad llegaría, la cadera. Me miró y trató de sonreír, pero algo no le fué bien, pues me entraron unas ganas terribles de darle algo de comer y dinero. El hecho es que Louis me tenía tomada por la cadera, yo por su cuello.... ¿Que mejor momento que ese para probar a besarle?

Pero me di cuenta de que estaba perdida en su mirada cuando él la apartó, para mirar hacia el fondo... Oh mierda espera... ¿Nos dimos la vuelta? Louis hizo una cara de asombro, y para calmar el asunto no se me ocurrió otra cosa que lanzarme encima de él y tratar de besarle, pero me rechazó y me tiró hacia un lado como si de un saco de patatas se tratase. Sus ojos no abandonaban la escena, y aquellos dos no parecía importarles. De un momento a otro todos estaban pendientes de lo que ocurría, incluso yo, desde el suelo con unos hombros un poco más rojizos por la empujada que Lou me dió. Él subió los primeros escalones para llegar a donde aquellos dos parecía sobrarles la ropa ya. Se besaban tan desesperadamente que parecía que morirían si no lo hacían. Los miró con una cara de asco y de... ¿Dolor? Agarró a la chica, la separó de él sin importar lo que este le decía y la cargó hacia la puerta, le apañó un poco mi vestido y la volvió a cargar. Abrió la puerta, salió y un fuerte portazo anunció que se había ido.

Sabía que en cualquier momento me saldrían las lágrimas.

La prefería a ella.

Me fui corriendo a seguir los pasos de ellos, pero me dio miedo salir y que Louis me mire, porque entonces no me aguantaría más y como una bomba acuática mis ojos estallarían al ver que estaba con ella. Di la vuelta otra vez, dirigiéndome a la parte de arriba de la casa de Zayn, pasando por las escaleras que debí haber mantenido lejos de la mirada de Louis, y llegando arriba, pero aun sin saber que haría para salir de allí. Abrí la primera habitación que vi, y era un váter. Entré allí, paré mis sollozos y me miré al espejo.

"¿Qué tiene ella que yo no tenga?"

Me pregunté mentalmente. No pude más al obtener una rápida respuesta del fondo amargo de mi cerebro. Las lágrimas salían sin plan para pararse. Le tenía a él.

Ella tenía a Louis, y eso es lo que le faltaba. Ahora más que nunca entendí la frase que mi padre siempre repetía. "Cuando quieras lo que tienes, tendrás todo lo que quieres." A mi me faltaba él, ahora lo veía claro. Popularidad, dinero, prensa, fama, ropa, teléfonos... todo lo que un adolescente podría desear, menos amor. ¿Y de que me sirve? Para llorar en una fiesta, encerrada en un baño sola. ¿Y siente bien? No. Siente horrible, ver que siempre cuando todo va bien todos están ahí, pero cuando las cosas se complican lo único que no me abandona es mi sombra. Y odiaba darme cuenta de todo esto cuando ya es tarde e irremediable.

Valentina apesta.

Valentina. [Louis Tomlinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora