Al llegar a casa, estaba todo destrozado "mamá" fue lo primero que me llegó a la cabeza. Entré corriendo, la busqué por todos lados, el único lugar que me quedaba por revisar era mi habitación.
Ahí estaba, pero no en vida, estaba muerta, la habían matado al parecer de una bala.
No me quedaba nadie, mi única familia era mi madre.
"¿Qué haré ahora?, ¿Con quién me quedaré ahora?"
No sé cuanto estuve llorando pero de tanto llanto me quede dormida.
Al despertar vi unos ojos azules "ojos azules no recuerdo unos a ver visto unos ojos azules, ninguno deis amigos tienen ojos así" solo se que ese hombre de ojos azules, rubio me llevaba en brazos estilo princesa.
-quien eres?. Pregunte
-no me reconoces?
Esa vos era del tipo de traje azul, rojo y blanco
-el tipo de nas mayas.
-dime steve por favor, me conocen como el capitán América.... Cual es tu nombre?
-tn_ williams, me puedes bajare siento incomoda cuando me cargan.
Me bajo y con mucha delicadeza me dejo en el suelo. Tenía tan cerca su cara, estaba contemplando cada facción de su rostro, baje mi vista a sus labios, y me dieron unas inmensas ganas de besarlos "pero que dices tn_ recien lo conoces no puede gustarte" pero este lindo momento tenia que acabar, un hombre con rara vestimenta lo llamaba.
-sera mejor irnos.
-si.
Fue lo único que pude articular, estaba nerviosa, seguramente sonrojada.
Al entrar en la nave uno de los hombres que lo acompañaban se me ha cerco.
-esperó que estés bien después de lo de ayer?, te llevaremos a S.H.I.E.L.D, allí estarás mejor.
"Ayer, que sucedió ayer?", me quede pensando un buen rato, hasta que las imágenes de ayer pasaron, así como de un vídeo tratase.
-bien hecho legolas, el capipaleta tratando de distraerla, y tu llegas y la golpeas con preguntas de ese modo, así como si nada. Le dice el hombre metal al chico de las flechas. Cuando me di cuenta ya tení las lágrimas rodando por lo cara y en un mentó ciertas cosas se empezaban a incendiar, steve se dio cuenta que era yo y sin esperarlo, me abrazo y me calmo, mientras los otros empezaban a apagar lo que se había incendiado.
En el resto del viaje me fui abrasada a steve, la verdad, es muy reconfortante estar abrazada a el.