Capitulo 1-Introducción

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Han pasado 20 años desde la última batalla del Dios del Caos contra Cayma, ahora, el Dios del Tiempo y el Espacio. Pero por no haber sido aniquilado el Dios del Caos y haber secuestrado al pequeño Apolo, se cumplió parte de la profecía. La Tierra se sumió en un terrible caos, de destrucción y desesperanza. Era terrible el sufrimiento de tantas personas y elfos, entre catastrofes naturales, crisis económicas y de guerras, todo esto causado por el poder del Dios de la destrucción, un dios que ya tenía a su heredero al mando, que sabía como controlar las mentes de aquellos que son débiles de corazón, y fáciles de manejar, a Apolo, solo le valió disciplina a golpe de ''martillazos'' por los entrenamientos, de tal modo que llegó a odiar al más mísero insecto que revoloteaba a su alrededor, tenía tanto poder de destrucción que su corazón se había teñido de un color tan oscuro como el azabache, ya no recordaba nada de su pasado, ni el amor que le dieron sus padres a aquella vez cuando era pequeño. Él era un monstruo poseído por el orgullo, el odio y el poder de ser algún día el Señor de esa creación, de esa destrucción que estaba creando gracias a su ''padre'', al cual veneraba, pero algunas veces le faltaba el respeto porque salía su furia a relucir.

El Dios del Caos, se dió cuenta anteriormente de que el pequeño que cogió era válido para su proyecto, ya que dentro de él se escondía un poder inmenso, pero oculto y algunas veces cuando se descontrolaba su pequeño proyecto, le tenía bastante miedo. ¿El Dios de la destrucción miedo de un mocoso?, siempre se preguntaba, pero era cierto, el enano, que ya no era tan enano, era un joven alto y robusto, tenía bastante fuerza y era muy hábil para las estratégias de guerra y para el manejo de la espada y el kenpo, ya que le enseñaron el uso de la katana y de las artes marciales, un maestro de la era nipona muy estricto, llamado Hayashi Masuyo*. A pesar del odio que ejercía los humanos en el Dios con este hacía una gran exepción por ser un buen instructor en la materia.

Mientras tanto su hermana Calypso recordaba a su hermano día tras día por la pulsera que le había dado su madre y juraba volver a encontrarle y regresar con él, sano y salvo. La muchacha había crecido y se había convertido en una gran hechicera, gracias a su maestro Verinael y a Alan, que todavía no sabía el secreto que escondía en su ser y cada luna nueva se tenía que esconder para que no la pillara. Tampoco sabía Calypso que Alan era la hija del Dios y Calypso no sabía que su padre era el Dios del Tiempo y el Espacio, era muy pequeña hasta entonces ya que solo recuerda cuando desapareció de la nada y nada más se supo de él. Su debilidad para las artes marciales era una foma de evadirse porque se encontraba sola, pero no podía perfeccionar su potencial y ser una magnifica luchadora porque interiormente la faltaba algo, aunque tenía mucha determinación para superarse, eso es lo que le aconsejaba muchas veces Alan, pero Calypso hacía caso omiso a sus consejos y siempre salía perdiendo.

Esta ''familia'' tuvo que mudarse porque el pueblo donde estaban quedó totalmente destruido, ya no había agua en ese aquel río maravilloso en donde Eire meditaba sobre su situación, estaba todo seco, la gente moría de enfermedades desconocidas para los elfemedics que no encontraban remedio ni solución para el sufrimiento. Esta guerra entre los elfos buenos y la humanidad contra los elfos malvados, estaba yendo demasiado lejos, tuvieron que exiliarse en lo más recondito del planeta, en donde nuestros antiguos protagonistas encontraron la gema de la esperanza y en donde Eire dio a luz a sus hijos, un lugar que por lo menos no sufría los efectos del caos que se avecinaba, porque estaba protegida por aquella gema.

Alan tenía nostalgía de ese sitio, por sus antiguos amigos que ya no estaban y que les echaba de menos y que por lo menos se aliviaba contando a Calypso que la quería como su hija, las aventuras que pasaron junto con sus padres. Cuando era pequeña siempre le decía que le volviera a contar la boda de sus padres, como fue, porque para ella hubo de ser hermosa esa celebración y siempre se la imaginaba antes de dormir, pero, después de imaginarse como sería la boda de sus padres, siempre tenía unas horribles pesadillas y siempre desde pequeña se levantaba asustada y llorando hacía su ''madre'' . Asi que Alan dejó de contarle la historia, pero aún así la niña seguía teniendo la misma pesadilla una y otra vez. Era algo que a los tres les preocupaba, porque su verdadera madre, Eire, también tenía esos sueños que predecían lo que iba a suceder.

Alan y Calypso, estaban entrenando artes marciales, en la playa, se saludaron las dos y empezaron a pelear.

-Hoy vamos a aprender a esquivar los golpes del contricante..-

-Muy fácil...-dijo Calypso con entusiasmo

-¡Ya veremos!..... ¡Atacame!-

Calypso, la dió una patada que iba dirigida al costado, Alan con rápidez se adelantó a los movimientos de esta y la dió una patada en la espalda, que la derribó de un golpe tirándola al suelo

-¿Que decias de que era fácil?.....-preguntó con ironía Alan

-Vale.....me has dejado aturdida....¡Dios! ¡Que dolor!....-

-No te quejes más y levantate, gandula, que no estamos echandonos la siesta....-

Calypso se levantó y volvió a atacarla pero con las manos iban directamente al cuello de Alan, pero esta lo esquivó, se agachó y la volvió a dar con el filo de la mano en el costado.

-¡AH!...-se quejó encorbandose

-¡Me aburro Calypso!....sé más agil a la hora de atacarme...y anticipate a mis golpes-

-Pero ....¿Cómo?...-

-Asi....- dijo Alan -Te atacaré pero lo tendrás que esquivar, lo haré lentamente para que lo puedas esquivar...-Alan le iba a dar una patada lentamente en el costado de Calypso alo que ella respondió esquivándolo con el filo de la mano y dándole en el tobillo a Alan.

-¿Has visto ?....has esquivado mi golpe ....ahora no te atacaré lentamente si no rápido...¿Entendido?....-Calypso afirmó con la cabeza

Alan empezó a atacarla, Calypso las esquivaba como podía, hasta que Verinael las llamó y un golpe fortuito se dirigió a Calypso, que cayó en el suelo dejándola insconciente.

-¡Mierda!...Calypso....la próxima vez tendrás que estar más concentrada......- exclamó Alan dirigiéndose al cuerpo de la joven chica, cogió en brazos a la muchacha y se dirigió a la cabañita que tenían construida de madera y protegida con un escudo.

Espero que os guste la continuación de la historia, este es el primer capi, más adelante subiré los demás. Decidme si os gusta o no como sigue y así sabré como dirigirlo. Gracias a todos mis fans por seguirme y a los que no son fans por leer esta historia y por escribirme, hacéis que me motive a seguir. Muchisimas gracias

*NOTA: el nombre es Masuyo y el apellido Hayashi, pero los japoneses su apellido se pone al principio y el nombre al final.

Dos destinos: La Profecía de los semielfosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora