Capitulo 5- Otra dimensión, el Portal.

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Calipso, se despertó y se levantó con pesadez y un poco dolorida, Verianel se dio cuenta que la joven se había despertado, se levantó del sillón que estaba sentado y fue hacía la cocina a por la pócima, abrió la tapa de la cacerola y metió el cazo dentro recogiendo el caldo y echándolo en el bol, cuando terminó puso la tapa en la cacerola junto con el cazo, cogió el bol y se dirigió a la habitación, se sentó en la cama junto a la chica y se lo dió.

- Toma niña, tomatelo te sentirá bien- dijo Verinael 

- ¿Qué es?...- preguntó un desconfiada

- Es una pócima para curar tus heridas...tienes dos costillas rotas...- le contestó 

La semielfa miró el bol seria, se lo acercó a la nariz y lo olió, su cara cambió de repente- ¡Dioses! ¿Quieres que me beba esto?....aggg-preguntó con cara de pocos amigos

- Sí, es por tu bien, te lo tendrás que beber, pero tendrás que estar dos días de descanso....hazme caso bebetelo....-

La chica se tapó la nariz cogió el bol con una mano y empezó a beber- Ya está...-dijo la semielfa   dejandose caer un par de gotas del liquido por sus mentón.

-A ver...- dijo Verinale, porque no se fiaba- Todo Calipso, ¡Todo!...-

-Joooo.....- dijo con cara de pena- Sabe fatal....-dijo con pucheros cogiendo el bol y haciendo el mismo gesto

- ¡Parece mentira que tengas 20 años!...- exclamó molesto el viejo anciano

- Ya....me lo he tragado todo..¿Contento?....-le dijo Calipso al anciano con rintintin, el anciano cogió el bol, se levantó de la cama, se dirigió a la cocina, dejando en la encimera el bol.

- Por cierto... y ¿Alan?....¿Donde está?...- preguntó 

- Esta abajo cuidando de Pegaso....pero tú no te muevas ...ya me encargo yo de llamarla....-avisó el anciano, se dirigió a la puerta de la cabaña y apareció un ascensor de bambú delante de él, se asomó al cerco de la puerta y exclamó- ¡ALAAAAAAAN!-

- ¿QUÉEEEEE?- Contestó la elfa

- SUBEEEE QUE TE RECLAMAAAAA CALIPSOOOOO-

-VALEEEEEE- la elfa que estaba sentada con Pegaso al lado de ella, se levantó y el caballo alado también, se dirigió al ascensor que se movía con una polea, invocándola con magía, entró en el ascensor de bambú y la polea empezó a ascenderlo. Entró en la casa y dirigió la mirada en la cama que había en la habitación, observó que el bulto que se movía era la de la niña que se quería incorporar, rápidamente, Alan se dirigió a la habitación y le puso la mano en la espalda- Niña, no deberias hacer esfuerzos...-

- Si estoy bien.... sois vosotros que os preocupais mucho....quiero irme a buscar esa dichosa espada ....-

- No, puedes tienes que descansar, además no es tan sencillo como parece ...- le dijo Alan cabizbaja

- ¿A no?...-

Alan miró ala chica incrédula- ¿Tu realmente estás bien o te has dado también en la cabeza?...ains niña, pero que inocente eres.....se nota muchisimo la diferencia de edad y la experiencia entre tu y yo...-Calipso la miró sorprendida, se giró al otro borde de la cama y se levantó despacio porque aún le dolía un poco el costado, se dirigió a la terraza, abriéndo las ventanas y se sujeto en la barandilla de bambú

-Yo solo quiero que se acabe todo esto y tener a mi familia reunida, ¿Es mucho pedir?-

Alan que estaba sentada en el sillón con Verinael, ambos  se mirarón para a ver quien iba a hablar con ella, Verinael dijo que fuera Alan, que para Calipso Alan era como su segunda madre y que la iba a comprender, Alan asintió y se levantó, se dirigió a la terraza y abrazó a la semielfa por detrás.

Dos destinos: La Profecía de los semielfosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora