Sweet Dreams |Adaptada| |Jelena|

Capitulo 18

"Rompiendo Barreras"

Parte 1

-Me encantas - Acarició mi cabello.

-Y tú a mí- Uní mis labios con los suyos- ¿Quieres seguir?- Rocé mi nariz con su mejilla.

Que diga que sí, que diga que sí...

-Sí- Se mordió el labio- Espero que esto no lo estés haciendo por pura calentura.

-¿Hacer que cosa?

-Tener sexo conmigo y exponerte a tener sida.

-Créeme que no lo haría por cualquiera- Entrelacé nuestras manos a la altura de su cabeza.

Lentamente rocé con la punta de mi miembro su feminidad, ya dispuesto a entrar otra vez me encontré con un pequeño –enorme- problema...

-No puedo- Presione con un poco más de fuerza.

-¡Ah!- Rasguño mi espalda.

-Lo siento- Paré todo movimiento y me dediqué a besarla.

Tenía miedo, miedo de lastimarla. Sé que si llegamos hasta aquí es por algo pero no creo poder seguir si sus reacciones siguen siendo de esta manera.

-Me siento tonta- Me miró apenada.

-¿¡Qué dices!? No lo eres- Deslicé mi mano por su mejilla.

-Lo parezco. ¿Y sabes qué? Ya no lo seré.

Me azotó contra la cama, dejándome de espaldas mientras ella se montaba encima de mí. Pensé que al igual que hace unos segundos atrás no podríamos cumplir nuestro cometido pero, me equivoqué, en menos de lo que alcancé a decir algo ella se mordió el labio, tomó mi miembro y lo introdujo rápidamente en ella.

-¿Estas bien?- Me incline hacia adelante y la rodeé con mis brazos.

-Sí- Me besó y comenzó a moverse rítmicamente de arriba abajo.

Al principio costó, pero luego de muchos chillidos de su parte, nuestros cuerpos terminaron acoplándose de manera perfecta.

-Te amo- Susurró en mi oído.

-Yo también te amo- Corrí su cabello a un lado para poder besar su cuello.

-No puedo creer que- Gimió- Seamos novios.

-Eso era todo lo que necesitaba- Dije también entre cortado- Te necesito conmigo hermosa-Tiró su cabeza y su espalda hacia atrás.

Me aproveché de su descuido y comencé a pasar circularmente mi lengua por sus pechos. Ella gemía, lo disfrutaba, de seguro tanto o más como el sentirme dentro de ella.

-Estoy casi- Dijo mientras yo le daba un lengüetazo a su pezón.

-Yo también- Alcé su rostro para besarla.

Un minuto basto para sentir como sus paredes interiores se retraían al ritmo del palpitar de su corazón. Ella ya había llegado al clímax, al igual que yo, pero esta noche era más que un simple encuentro sexual en un motel, algo más profundo y especial, algo que solo pasa una vez pero con un recuerdo que dura toda una vida...

-Estoy exhausta- Estiró las manos hacia arriba.

-Te creo- Me lancé su lado aun con respiración agitada- Nuestra primera vez...-La abracé.

-Sí, y en un motel- Rió.

-No están malo- Reí a la par.

-Ahora lo dices- Giró sus ojos.

-Desde hoy amo los moteles- Llevé mi vista al techo- Mira... Te contare algo que quizás te pueda parecer algo raro o loco o raro-loco, aunque creo que la palabra perfecta para describirlo sería... pervertido, bueno, iré al grano... Desde que te conocí he estado teniendo algunos sueños, si es que acaso se les puede llamar así a esos pensamientos subidos de tono que he tenido contigo. Y lo peor es que me resulta imposible controlarlos, no sé cuándo ni dónde pueden ocurrir, los siento no tan solo en alma, sino que, también en carne y hueso, son tan reales como tú y yo- Suspire acariciando su hombro- Tú y yo...- Sonreí- Desde hoy somos tú yo princesa- Torcí mi cabeza para verla.

¿Tanto la aburrí como para que se quedara dormida? Ni al caso, tal vez el destino quiere decirme algo, como que tal vez ella jamás debería enterarse de estos numerosos sueños felices.

Su rostro irradiaba ternura pero también vulnerabilidad, lucía tan frágil al estar desnuda. Sonreí inconscientemente al verla tiritar, todo sobre ella me trasmitía ternura. Definitivamente ella es un pack, que incluye a la Barbie pequeña e indefensa junto a la Barbie sexy y atrevida, sin dudas la combinación perfecta entre niña y mujer.

-No tengo ni idea de la suerte que tengo- Murmuré mientras intentaba sepárame sin despertarla.

Ya logrado el objetivo comencé a extender las sabanas hacia atrás para después con sumo cuidado tomarla entre mis brazos y recostarla entre ellas. Me metí a su lado y sonreí mientras la veía hipnotizado.

-Buenas noches- Susurré en vano ya sabiendo que ella estaba dormida.

-Buenas noches- Apoyó su cabeza en mi pecho- Si te sirve de algo espero que algún día podamos cumplir aquellos sueños- Musitó con los ojos todavía sellados.