Prólogo

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La dulce Ana se encontraba recostada en la gran cama con la cuál debía compartir con dos grandes guerreros que eran muy distintos .Se encontraba desnuda tapada por las pieles.

Cuando los dos hombres se reían y la miraban llenos de lujuria.

- Ana tienes solo unos días para elegir quien va a hacer el que te va a follar dijo el moreno de ojos cafés.

Ella apretaba firmemente la piel sobre sus pechos para no mostrarles su cuerpo

- Pero por mientras dormiremos contigo bonita dijo el rubio de ojos azules.

Se empezaron a desvestir y ella bajo la mirada. Ellos reían y tiraron la ropa a uno de los lados. Acostumbrados con sus cuerpos esculturales.

Ella miro de reojo cuando estos hablaban y su vista se fijo en los grandes miembros que tenían, lo que hizo que sus ojos se agrandaron y una gran o se formara en su boca.

Ninguna de esas dos cosas sería capaz de caer en su intimidad, y ambas estaban rodeados de vello , que iba perfectamente complementado con el color de sus cabellos.

Ambos eran gruesos y muy largos, pero el del rubio parecía ser aun más grueso y venoso, lo q llamo mucho su atención, pero el del moreno era un poco , pero solo un poco más largo.

Ella alzo la vista mientras ellos sonreían, ambos con anchos hombres y totalmente tonificados, grandes brazos y pectorales totalmente definidos y un abdomen divido en 8 abdominales.

Ambos la destaparon y el rubio fue el primero en atraer su cuerpo, mientras que el moreno desde atrás acariciaba su espalda.

Marcus acuérdate de que está prohibido penetrarla, eso ella lo decidirá dijo el moreno mientras acariciaba las nalgas. A lo que ella dio un respingo e hizo que sus pechos chocaran con los pectorales del hombre de ojos azules.

trato de echarse hacia atrás chocando con el pecho del moreno y sintiendo algo cercano a sus nalgas. Respiraba agitadamente y asustada.

- No por favor, traed mi ropa.

El rubio dijo- dejádmela un ratito.

-Está bien dijo el moreno, iré a por otra manta

La tomo por la cintura y empezó a besar su delicado cuello

Suel suéltame por favor decía ella mientras trataba de zafarse de los poderosos brazos del hombre.

Carl ya sé que haremos 3 noches cada una, a la séptima noche ella decidirá con quien folllara. Pero eso no impide que juguemos un poco dijo apretando aun más su cintura.


Dulce CautivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora