¡Hola!
Hoy compartiré con ustedes un micro que hice para un concurso el cual no sé si se llevo a cabo, pero como les dije lo importante es hacerlo para practicar e ir aprendiendo.
La palabras que estén resaltadas son las que tienen que estar obligatoriamente en el relato.
El máximo de palabras son 1500 y el mínimo el que ustedes prefieran.
¿Dejarte?
Huir era lo más simple, quizá hasta lo más correcto. La salida se dibujaba ante mí como la opción ideal, mientras la sábana que cubría su cuerpo me invitaba a quedarme...
No, permanecer a su lado no era una opción. Sabía perfectamente que el fino hilo de tus labios color carmín era mi perdición. Era tan malditamente adictivo que salir corriendo de aquella habitación debía ser lo más idóneo, pero mis pies estaban anclados al suelo mientras me debatía entre andar o no.
¿En qué momento accedí a acostarme con el esposo de mi hermana? Tenía que reconocer que me había convertido en una maldita enferma. Lo peor del caso es que al mirarlo solo salían de mi boca metáforas cursis.
El atardecer estaba llegando y con él unas fuertes ganas de vomitar. No podía con mi consciencia, el remordimiento que antes estaba adormecido había despertado en toda su plenitud.
—Eres una perra— susurraba una y otra vez. —Eres lo peor, una sucia mujer inmunda roba esposo de su hermana. ¿Qué no podías buscar otro hombre?
—Maldición— me quejé en voz baja tratando de controlar el repentino temblor en mis manos. —Maldición— repetí, pero esta vez habían lágrimas en mis ojos.
El invierno, cuando llegara el invierno partiría a otro lugar. Quizá un nuevo país sería suficiente, una nueva bandera no me caería nada mal. Estaba cansada del amarillo, azul y rojo. Él despertó, como leyendo que estaba lista para marcharme y sus ojos brillantes se volvieron de un castaño tenue al leer mi mirada.
Me marchaba y nada de lo que dijera podría hacerme cambiar de parecer, pero para mi asombro o quizá para mi desconcierto, él no dijo nada. Se dejó caer en la cama como si no me hubiese visto y siguió durmiendo.
¡Lo sabía! Él nunca dejaría a mi hermana. Me dolió reconocer que en el fondo guardaba esa nauseabunda esperanza. Lo amaba. Tanto que mi egoísmo se convirtió en un velo negro que no me permitía ver el dolor que podría ocasionarle a mi familia.
¿Eso me hacía una perra? ¿Amar y entregar mi amor que ya veía no era correspondido? Quizá sí, quizá no. Me percaté de que nunca lo sabría y con ese pensamiento di el primer paso en dirección a la puerta.
Lo dejaría.
Quisiera saber qué les parece... Si ven algún error y eso.
¡Sus opiniones son importantes!
Saludos.
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Iniciados de Wattpad
RandomTodos somos iniciados en algún momento, todos a pesar de saber, siempre tenemos por delante muchísimo por aprender. Todos, somos INICIADOS de Wattpad. Más que consejos son recomendaciones de una persona con poca experiencia para otra con poca exper...