Piloto

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—No hay tiempo!—se escuchó con nitidez.Fue un grito ofuscado,impaciente y,sin embargo,gracioso,surgido en medio de un grupo de albañiles que daban los retoques finales a la gran mansión que estaban construyendo.Era el 11 de agosto de 1854.Estaban agotados y acalorados,querían terminar de una vez.Pero un hombrecito pequeño que caminaba con pasos largos los retenía,mientras mostraba la hora en un reloj de bolsillo.

El doctor Inchausti,elegante y solemne se acercó al grupo y medió en la discusion.Aunque el sol del mediodia estaba insoportable y los hombres corrían el riesgo de insolarse,el hombrecito,vestido de blanco,gritaba muy irritado que debían de terminar de colocar el reloj en ese mismo momento.

—Es muy importante Inchausti!—le dijo desafiante al doctor,a quien nadie llamaba <<Inchausti>> a secas.

El doctor Inchausti no toleraba los atrevimientos y además era muy considerado y afectuoso con sus empleados.Sin embargo,el hombrecito contestó como si ignorara que se trataba con uno de los hombres mas ricos y respetados de la ciudad,y con más influencia.

—Inchausti,este reloj tiene que estar funcionando en dos horas.No hay tiempo!—dijo mientras clavaba su mirada en el doctor.

Una hora mas tarde los albañiles y el carpintero terminaban de empotrar el reloj que coronaba el altillo de la mansión.Inmediatamente después,cinco ancianos de estatura idéntica  entraron en la casa y subieron hasta el altillo,donde los esperaba el hombrecito de blanco,quien abrió una pequeña maleta blanca,de la cual sacó un cofre de madera,tambien blanco,y de este,una pequeña pieza de metal gris,que rapidamente colocó dentro del mecanismo del reloj.

Los cinco ancianos y el hombrecito de blanco miraron el reloj durante unos segundos,hasta que el minutero marcó por fin el primer minuto.Y así fue cuando el reloj empezó a funcionar.Y funciono a la perfección durante exactamente 177 años,9 meses,11 dias y 7 horas.

Una vez terminado el trabajo los cinco ancianos y el hombrecito de blanco se dirigieron al jardín.Donde se encontraban el doctor Inchausti junto a su joven mujer  y a su pequeño hijo.

El hombrecito se acercó al doctor y le dijo:

—No se va a romper,pero si se llegara a romper,que no va a ocurrir,claro;pero si llegara a ocurrir,en la improbable eventualidad de que se rompiera,aunque le repito que es casi imposible que eso suceda,no llamé a ningún relojero para que meta sus manos.Nosotros vamos a venir a arreglarlo,esta claro?—El doctor asintió y antes de irse el hombrecito añadió:—Y cuidenlo bien,no como se cuida a un reloj cualquiera.Tampoco como se cuida a un mueble.Mucho menos como se cuida a un objeto.Cuidenlo como se cuida a un ser querido.Buenas tardes.

Y sin decir nada mas,se retiró.La mujer del doctor miró a su marido y con enorme curiosidad preguntó quien era ese hombre.

—Es quien me salvó la vida en el Perú.

Cuando el hombrecito pasó junto al pequeño hijo de la pareja,que jugaba en el jardin,el niño lo miró y le preguntó:

—Usted,quien es?

El hombrecito lo miró,le sonrió y le dijo:

—Mira pequeño,si te diera a conocer mi nombre y te explicara realmente quien soy,no lo entenderías.Diré solamente,que me dicen <<Tic Tac>>.

Y se alejó.El niño casi hubiera jurado que lo vió desaparecer entre las gardenias.


En el instante en que el minutero del reloj de la mansión comenzaba  a girar,a 17,8 km al noroeste de la mansión,en una estancia que tambien era propiedad del doctor Inchausti,otro grupo de ancianos,comandados por otro hombrecito de blanco identico a Tic Tac,ponían en funcionamiento un reloj igual.

Y en ese mismo instante,a 17,8 km al sur de la estancia,en una parroquia de un pequeño pueblo ,otro grupo de ancianos,comandados por otro hombrecito de blanco,réplica de Tic Tac,ponian en funcionamiento un tercer reloj,análogo a los otros dos.

En el año 1854 no habia aviones ni satelites.Pero,si hubiera habido algo semejante,un observador,desde el cielo,podría a ver advertido que durante una fracción de segundo tres puntos emitieron una luminosidad azulada,intensa,y los tres vertices se unieron a través del firmamento,formando un triangulo equilatero perfecto.


Casi AngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora