Odio el amor

Capítulo 4: Que está pasando?

Ahora tenía un motivo de ir al maldito colegio tenía un motivo de sonreír como estúpida Lera era mi todo no podía estar ningún segundo sin ella, pero las estúpidas vacaciones nos separaron por tres semanas, imagínense tres semanas sin mi amada Lera, se me hacían eternos los días, sentía que un día era un año, ya no podía más a sí que fui a verla Lera estaba allí pero la noté un poco rara pero aún a si salimos, caminamos tomadas de la mano y todas esas cosas cursis, yo la pasé increíble pero Lera no parecía divertirse sus besos ya no eran lo mismo, sus caricias no iban con el cariño de antes, era muy notable que a Lera le pasaba algo.

Pasaron las tres eternas semanas, estaba ansiosa por volver a clases, por volver a verla, pero a la vez tenía curiosidad de porqué ella habrá estado tan rara ese día, entré y todas me quedaron mirando y como ya me conocen no le tomo mucha importancia a esas cosas, cuando corrí mi cara estaba Lera llorando, creí que había sido mi culpa así que fui a ella para consolarla, pero me pidió que por favor no me acercara y que quería hablar conmigo, salimos de la sala para poder hablar tranquilas, ella aún lloraba, yo obviamente tenía miedo de lo que iba a venir, y fue allí cuando empezó a decirme que se sentía una persona de mierda, que yo no me la merecía, que ella era tonta por no saber querer, yo llorando le pregunté qué había pasado no entendía nada, me confesó que le gustaba una persona, pero lo peor fue cuando me dijo quién era, era mi mejor amigo, nunca se los mencioné porque no creía que fuera muy importante, pero ahora, ahora si lo es, más encima no estaba solamente enamorada si no que en las vacaciones lo había besado por eso es que ella andaba así, yo decepcionada me fui del colegio lo único que quería era llegar a mi casa, no me atrevía a verle la cara, cuando llegué de inmediato subí y me tumbé en la cama y no podía parar de llorar me sentía tonta por dejarla ir, me sentía tonta por no saber cómo amarla, me sentía tonta porque quizás ella nunca había estado enamorada de mí y solo le di lástima, me sentía aún más tonta por no haberme dado cuenta antes.

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