Prologo

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Dolía, enserio dolía, dolía aceptar que él se iría, que cada momento que pasamos juntos quedaría en nuestro pasado, en nuestra memoria, no sé cómo algún día lograría entender que era lo mejor para los dos, no lo haría por qué no era así, era difícil mentirme a mí misma, pero era lo correcto, o al menos eso quería creer.

Capitulo 1

Mi último día

Primera parte

Esta mañana, cuando desperté parecía otro día cualquiera, me bañe, cepille mis dientes, baje para desearles un feliz día a mis padres y a mi hermano menor Math, le escribí a Caroline y a Alice mis dos mejores amigas como de costumbre, parecía un día normal.

-rose es tu ultimo día, ¿no piensas comer algo?

Estaba tan distraída hablando con Caroline sobre las universidades en las que pensábamos registrarnos a fin de curso que olvide por completo que este sería mi último día, sería la última vez vería a mis compañeros de curso, por un momento eso me aliviaba, no tener que volver a toparme con personas en las que creía confiar era una sensación muy agradable y reconfortante después de estar casi la mitad de mi vida engañándome a mí misma sobre las personas que creía que eran.

-no mamá, estaré bien -seguí diciendo-. No te parece un poco extraño haber seguido durante 13 años monótonamente la misma vida y que después de un día todo lo que yo creía conocer comenzará a ser diferente, a veces creo que eso me causa un poco de pánico.

La verdad no sé si lo que acababa de decirle a mi madre lo estaba afirmando completamente, así que cambie de tema.

-en fin -continúe-. Solo espero que este día sea un día para recordar como uno de los más maravillosos de mi vida -dije sarcásticamente-.

-verte así de grande me hace recordar aquel día en el que entraste por primera vez al instituto.

Antes de que mi hermosa y muy sentimental madre rompiera en llanto al recordar mis años en el instituto y que tendría que aceptar que en un par de días me iría de su vida la interrumpí.

-mamá no te lo tomes personal, pero si seguimos nuestra conversación llegare tarde y no creo que quieras que eso pase ya que es mi último día de clases.

-si lo sé, lo siento por actuar como una madre que no quiere que sus hijos crezcan y formen una vida en la que su madre no forme parte de ella -continuo ella-. Lo siento, solo ve y disfruta tu último día en el instituto, te amo.

Aquellas palabras me hicieron dar cuenta que la verdadera persona que enserio temía que nuestra monótona pero muy agradable vida terminara era mi madre y no me había dado cuenta de ello hasta ahora.

-mamá

-no rose, no sigas -siguió diciéndome arrepintiéndose de haber hecho aquel comentario-. No es necesario

-no mamá, si lo es -dije afirmando-. Nunca nos perderás, ni a Math ni a mí, puede que no nos volvamos a ver todo el tiempo como hemos acostumbrado a hacerlo los últimos años de nuestras vidas, pero recuerda, donde quiera que estemos nunca dejaras de ser nuestra madre, y en ningún momento pienses que dejaremos de amarte por la distancia que nos separe, siempre te amare, siempre serás mi madre donde quiera que este o a donde quiera que valla

La verdad nunca he sido muy expresiva en cuanto a lo que pienso o sobre cómo me siento, mi madre lo sabía, sé que esas palabras fueron necesarias y muy importantes para ella, eso me alegra porque para mí es muy importante lo que acababa de decirle, porque no solo quiero que ella lo sepa, también quiero que lo entienda porque es la persona que más amo en esta vida.

Segunda parte

Yo vivía en Streetrivers, la casa de Caroline estaba en Grandrapids a tres manzanas de la mía por lo cual nos íbamos todas las mañanas juntas al instituto. Cuando estaba a tres casas de la suya, ella ya estaba esperando en su puerta, a Caroline la conozco desde que tengo memoria, es una chica divertida, alegre, extrovertida y un poco sicótica, sin mencionar que a veces(cuando digo "a veces" me refiero en todo momento) ella es muy exagerada, todo lo contrario a mí para ser exacta, por eso me encantaba que fuera mi mejor amiga, por que quieras o no, ella te sacara una sonrisa e intentara que tu día sea uno de los mejores de tu vida.

-hola, ¡te he estado esperando por casi tres hora! -dijo ella cuando me acercaba a la puerta de su casa-.

-vamos Caroline, no seas tan exagerada como de costumbre.

-okay, pero admite que eso te encanta.

-no sé... tal vez algún día lo haga -continúe-. Pero llegué tarde gracias a mi madre, la verdad, estoy un poco preocupada por ella.

-rose, es normal que nuestras madres se sientan un poco mal, crecemos y ellas lo entienden aunque sea doloroso dejarnos ir -continuo diciendo-. Iremos a la universidad, conseguiremos un trabajo de medio tiempo, nos enamoraremos, nos graduaremos y formaremos una familia, es la ley de la vida, no te sientas mal por ello.

-está bien -le dije mientras cruzábamos el porche de su casa-. Todos tendremos que aprender a vivir con ello.

El instituto quedaba a cuatro cuadras de grandrapids, durante todo el camino Caroline y yo no la pasamos hablando de cualquier otra cosa que no tuviera que ver con nuestro futuro, fue muy agradable dejar de pensar en el por un momento. Cuando estábamos a media cuadra de la entrada, sonó la campana, Caroline y yo corrimos tan rápido que llegamos a tiempo, lo único que deseaba es que este día terminara lo más rápido posible.

Cuando Caroline y yo nos encontramos en el interior del instituto nos dirigimos a los casilleros y no paso mucho tiempo antes de que Alice se nos uniera, conversamos durante un rato hasta que empezó la primera clase, cuando sonó la segunda campana ingresamos en el salón de química, que la verdad era mi materia menos preferida.

Me senté junto a mi compañero de química Noah, es muy atractivo para ser sincera, y además era mi mejor amigo, nos conocemos desde el primer año en el instituto, es el mejor amigo que toda persona desearía tener.

-Hola hermosa -dijo posando un beso sobre mi mejilla-.

-¿te sientes bien?

-¿Por qué lo dices?

-porque estas más feliz que de costumbre

-¿Por qué no habría de estarlo? -continuo, riéndose de mi comentario-. Es nuestro último día en el instituto y creo que esa es una buena excusa para haberme levantado de tan buen humor

-sí, tienes razón, yo solo...

Antes de que terminara la palabra me di cuenta que toda la clase nos estaba mirando, el maestro alaric (que por cierto era el profesor que menos me agradaba) se acercó a nuestra mesa con su libreta de castigos, lo que menos quería era ser castigada en mi último día, él nos entregó a Noah y a mí una citación, tendríamos que quedarnos dos horas extras después de que terminara la jornada escolar así que este día se tardaría en terminar un poco más de lo que yo deseaba que tardara.

Después de siete largas horas de ver materias que no tendrán nada que ver con mi carrera Noah y yo nos encontramos en la salida después de que las clases terminaran al igual que nuestros años en el instituto, tendríamos que limpiar los pacillos de la planta baja como castigo por hablar en clase.

Sinceramente no es una tarea muy difícil comparada con los castigos que el maestro alaric acostumbra a dar, ya he recibo un par de ellos y han sido un poco más complejos que este, creo que nos tuvo un poco de compasión por ser nuestro último día.

Noah y yo comenzamos a limpiar los primeros pacillos juntos, las paredes eran de color beige cabinet con franjas rojas y azules que delineaban los bordes superiores e inferiores, los casilleros eran de color rojo escarlata con detalles de color negro, mi color favorito. Después de terminar de limpiar casillero por casillero, fregar, barrer y trapear todos los pacillos de la planta baja Noah y yo cerramos las puertas del instituto, fue casi como cerrar las puertas de este ciclo en nuestras vidas, separarnos de él para comenzar una nueva etapa que será el inicio de nuestro éxito en un futuro.



IF I COULD FORGET YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora