Rememorando ese miembro monstruoso

88 0 0
                                    

Por fin estaba felizmente casada, después de varios desengaños amorosos, aunque muchos de ellos muy divertidos, disfrutaba siempre que podía, me gustaba vivir la vida sin arrepentirme  y antes de conocer al hombre de mi vida, cumplí mi lista sexual.
Charlie, uno de mis mejores amigos, fue uno de los que participó en ella, en el puesto de "noche loca" y "pollón", muchas veces cuando quedábamos a solas, dejaba volar la imaginación y pensar en ese increíble miembro.
Aunque claro, solo fue "una noche loca" y desde entonces ambos preferimos ocultarlo y dejarlo a un lado, por nuestra amistad.
Charlie, también se echó novia y quedábamos muchas veces en parejas, pero desde aquella noche no habíamos vuelto a quedarnos a solas.
Un verano que estuve sin trabajar aproveché  para retomar la amistad con mi viejo amigo y empezamos a ir a la playa los dos solos, ya que nuestras parejas estaban trabajando. Nos pusimos al día de nuestras cosas, volvíamos a retomar nuestra amistad y a sincerarnos con el otro. Nos contamos incluso cosas de nuestra intimidad en pareja, cada vez me costaba más no acordarme de esa noche.
Joder, que mojada me ponía de recordarlo y de tenerlo a mi lado diciendo que le gustaría follar más guarro con su pareja y yo con las ganas que tenía de follarmelo, pero la amistad es lo primero.
Después de varios días de rutina aprovechando las tardes en la playa con él, un día surgió y me hizo la pregunta que desencadenaría una conversación muy abrumadora.
- Carolina, ¿te puedo hacer una pregunta? ¿Alguna vez me has llegado a contar a alguien lo nuestro? - No pude evitar ponerme nerviosa, realmente se lo conté a Sonia, tenía que confesarle a alguien las fantasías que a veces tenía reviviendo aquella noche, pero no podía decirle eso, decidimos mantenerlo en secreto por nuestra amistad e iba a seguir así.
- No, ¿tú se lo has contado a alguien?
-  Tampoco, tenía miedo de estropear nuestra amistad.
- Tranquilo, no pasará. - (Por fin sacaba el tema, tenía muchas ganas de hablar con él de eso y después de tantos días hablando sobre cómo follar no pude evitar estremecerme y hacerle yo algunas preguntas para calentar el terreno.) - Por cierto, ¿ tú tienes recuerdos de esa noche?
- Claro que me acuerdo.
- A mi me hace gracia cómo empezaste, no está mal la técnica de "tengo frío, hazme hueco en tu cama". - Joder, que ganas de ese pollon, podía estremecerme de pensar en esa polla tan gorda y grande que hasta me hacía daño, en esas embestidas profundas, en esas manos y su boca recorriendo todo mi cuerpo...
- Bueno, yo me acuerdo de más cosas, teníamos que tener cuidado de que no nos escucharan, recuerda que no estábamos solos.
- Cierto, qué pena con lo que me gusta poder ser escandalosa y poder gozar bien.
- Tienes razón, hubiera estado bien.
Decidimos callarnos un rato, él se tumbó boca abajo y pude notar el bulto que se formó en su entrepierna mientras teníamos esta conversación, yo podía notar la humedad que se había formado entre mis piernas y como me subía las respiraciones.
No sabía cómo seguir hablando con él sin evitar provocarlo, quería llevarnos al límite y así lo hice.
- ¿ A ti te importaría que hiciera topless?
- Realmente, ya te he visto, no me importaría aunque no podría evitar mirártelas.
-Desde que las viste la gravedad y el peso han hecho un poco su efecto y ya no están como antes, no creo que te molesten mucho.
- Tienes unas tetas preciosas Carolina, además, así son más reales y tus pezones son seguro envidia de muchas, a los tíos nos gusta que sean grandes.-
Joder, su bulto volvía a crecer y yo seguía mojándome, por un lado no quería ser infiel pero por otro no podía evitar aplacar mis impulsos, le pedí que me quitara el bikini por detrás y me echara un poco de crema.
Notaba su mirada en mi pecho, mi respiración lo llamaba, palpitaba por él y no hablo del corazón, tenía el clitoris hinchado y necesitaba refrescarme aunque ya casi estuviese anocheciendo.
Me metí al agua y él me siguió, no podía evitar mirarle su miembro semiempalmado, realmente es súper grande y gordo, su mote de "vaso de tubo" es muy  merecido .
Me cogía y me hacía ahogadillas en el agua y mis pechos rozaban su cuerpo, mis pezones estaban tan erectos como él, me abracé con las piernas a su cintura presionando mi clitoris a su enorme polla y él me cogió del culo y nos empezamos a besar con todas las ganas reprimidas de este tiempo atrás, no nos importaba mucho que hubiera más gente en la playa, en ese momento solo existíamos los dos. Me echó a un lado el bikini y me metió sus dedos, yo gemía en su cuello pidiéndole más, él respondía moviéndolos más rápido haciéndome llevar casi al orgasmo por que cuando estaba apunto sacó sus dedos e introdujo en mí su gran miembro, notaba como me llenaba entera, me cogió del cuello y me dijo al oído que era una guarra y que eso le ponía súper cachondo mientras seguía embistiendo, noté como un fuego crecía en mi interior.
- Me corro Charlie, me corro.
- Carolina, tu coño es mágico, yo también me corro.
Llegamos al clímax juntos, yo abrazada a su cintura hundiendo mi cabeza en su cuello, como lo había deseado tanto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Erotic games.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora