Los comienzos

El doctor que recibió una visita inesperada

"Hola, me llamo Manuel. 

No sé bien como empezar un diario, no os voy a mentir.  "Querido diario" me parece algo estúpido. "Hola" es increíblemente informal pero bueno como es para tampoco creo que tenga que ser formal aquí. Me presentaré. 

Como he escrito mi nombre es Manuel, pero eso poco os puede decir de mí. Soy Doctor en el hospital Virgen del Rocío. He visto muchas cosas y he conocido muchísimas historias. Un médico escucha casi tanto como un camarero ¿Sabéis? 

Bueno soy bastante conocido en mi profesión. No es por dármelas de ser el mejor médico del mundo pero así me lo consideran. Aunque no estoy de acuerdo pero bueno cada uno con sus pensamientos. A pesar de todo eso, no era feliz. Me había dedicado tanto a mi profesión que ahora me sentía vacío. No tenía nadie que me esperara en casa. No tenia familia.

A pesar de esto, mi vida era normal (dentro de lo que cabe normal siendo médico) hasta que un día apareció una chica. Ella decía ser mi hija. Me contó una antigua historia que tuve con una mujer, que por lo visto la había dado en adopción. Es increíble, nunca supe mas de ella. 

Bueno mi hija como os digo, apareció justo después de terminar una complicada operación. Un hombre, dueño de un bar había tenido un accidente. Su hijo Marcos y su mujer estaban destrozados. Yo no le daba mucha esperanza de vida. 

El caso es que mi hija se las avió para entrar en mi despacho. Es muy testaruda y perseverante, al igual que yo. 

Por lo que me contó llevaba bastante tiempo buscándome, pero que iba a saber yo. A mi querida hija (querida ahora, no entonces) le gustó lo de buscar gente y cuando me encontró había otra persona buscándola. Aarón creo que se llamaba. En fin, me contó que llevaba un tiempo dejándole pistas mientras me buscaba a mí y estaba a punto de encontrarle. 

Mi hija y yo empezamos a quedar más a menudo y a conocernos mejor. Me contó que se crió en un pueblecito con su madre adoptiva. Por lo visto eran terratenientes del lugar. Vivía en una mansión. Pero un día llegó un chico a su casa y le contó que él era el verdadero hijo de aquella familia y que había algo oculto en ella que quería descubrir. No quiero contar muchos mas detalles. 

Finalmente ese tal Aaron y mi hija se conocieron y bueno tras buscarle a ella durante tanto tiempo se han dado una oportunidad. 

Mi hija me contó que tuvo una mala experiencia y estaba a punto de suicidarse en un viejo motel y ella para evitarlo hizo lo que todo el mundo necesitamos que hagan por nosotros en algún momento. Le dió un giro a los acontecimiento obligando al chico a darle otro enfoque a las cosas. Porque al final los nuevos comienzos son cambios de enfoques que das en tu vida. Tú los marcas. 

Total, después de unos cuantos años más me retiré. Ya estoy viejo para estar abriendo gente. Así que me retiré al campo. Una casa que compré para mi familia. ¡Ah! Es cierto, no os lo he contado. 

Conocí a una mujer estupenda. Se llama Amanda y hace un rato que no para de preguntarme que escribo en esta libreta. Como no se lo digo ha llamado a mis hijos, pero bueno, no hace falta sacarme la libreta a la fuerza. En realidad esto no es un diario. Los diarios son secretos y yo estoy encantado de compartir mi historia y decir cuanto quiero a mi familia.