Contra la arena de aquella playa vacía debido a las fiestas de ese lugar, se estampó un cuerpo que rebotó con todo el impulso que pudo y quedó inconsciente varios minutos.
La melena masculina y oscura llena de granitos de arena y la cara empapada en sudor fue lo que atrajo a aquella niña hasta el cuerpo de aquel desconocido.Pequeña e inocente, con aquellos rizos dorados, acarició el rostro del joven. Este despertó y dio de lleno con la mirada de aquella chiquilla.
-¿Sois vos un ángel , mi señor?
-Creo que no, ¿Dónde estoy?
-En Galiens ,mi señor. ¿Sois vos del barco que encayo a escasos metros de la playa el otro día.?
-No, soy de Londres.
-Londres, bonita ciudad.¿ Necesitáis ayuda con algo.? Mi madre estaría encantada de teneros en casa .
Lo joven de no mas de 16 años, iba vestida con un largo vestido azulado, y llevaba el pelo rizado y recogido. Lo sonrisa de una ricachona y el olor a vanilla de quienes podían permitirselo.
-¿Qué día es , señorita...?
-Elizabeth Morguentein, hoy es 14 de Marzo de 1685.
-¿¿1685??
La joven asintió y tocó una herida que tenía el joven en el rostro. Este puso una mueca dolorosa.
- Acompañadme, le curare sus heridas.
-No hace falta señorita Morguenstein.
-Necesitareis comer algo, y asearos, mi señor.
-Estoy bien. -el joven se levantó de la arena y camino unos centimetros.
-Extraño ropaje, mi señor. ¿Qué es eso que lleváis?
-Llevo unos vaqueros, unos tenis, y una camiseta de ACDC.
-¿ACDC, mi señor? Es alguna marca de alta costura.
-No, es un grupo de música.
-¿Música Clásica?
-Algo así.
El chico sonrió a la joven y comprendió que la máquina de su hermano había funcionado. En su mente sintió pánico, pero no quería llamar la atención así que mantuvo la compostura. Y aceptó la propuesta de la joven, para conseguir otra ropa y llamar menos la atención, mientras pensaba en como volver a su vida.
Caminaron por la playa hasta ver a lo lejos un acantilado y sobre el, una enorme casa, tal vez de burgueses. Entraron y el decorado lo dejo impresionado. Era profesor de historia y siempre quiso poder vivir en esa época, y cuando por fin podía, solo quería volver a casa. Largos pasillos caminaron hasta llegar a una enorme puerta. La joven la golpeo aguardando una respuesta.
-¿Madre?
La puerta se abrió, una mujer de unos 30 años, de pelo moreno y ojos azulverdosos se quedó mirando al joven sorprendida.
-Lo he encontrado en la playa inconsciente. ¿Podríamos brindarle ropas y curarle las heridas,madre?,
-Por supuesto querida. Soy Joana Morguestein. -La mujer extendió la mano, y este se la besó, sabiendo que en aquella época el vocabulario era diferente y los modales también.
Caminaron hasta un baño, y allí dejaron que el joven se aseara. Salieron de la habitación y Calleb se quedó solo. Un baño enorme y justo en el centro una bañera blanca con retoques dorados. Encendió el grifo y se desnudó frente al espejo, tenía algún moratón en los costado, y algunos rasguños por la piel. Caminó hasta la bañera y se metió dentro. Cuando su magullada piel hizo contacto con el agua caliente soltó un gemido.
-Agmm joder...-el dolor era palpable en su rostro.
Cerró los ojos y se quedó allí tumbado unas horas, aguardando y pensando que haría para volver a casa. Y como viviría allí, sin dinero, ni casa. Preguntadose cuanto tiempo tardaría su hermano en traerlo de vuelta. Y así se quedó dormido en la bañera.
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NOTA DE LA AUTORA
siento no haber subido, estaba ocupada. Prometo que no volverá a pasar, gracias por los likes. Besoss
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Príncipe Postigo.
Teen Fiction—¡Vamos ,Miles! Sabes perfectamente que esta mierda de máquina del pasado no va a funcionar. —¿Entonces qué más te da probarla? Como mucho si no funciona te dará un calambre. Nada que no puedas soportar. Miles colocó unos cuantos cables alrededor de...