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02 de Octubre.
Día dos del mes... El peor día para comenzar un diario. Siempre han dicho que los diarios expresan nuestros sentimientos y bla bla bla... Pero mas bien... Muestran nuestras vidas, lo que nos pasa a diario. Más bien un diario sería el efecto de necesidad... Necesidad de expresarse. Hoy tuve un día agotador, debía levantarme a las 06:00 am para tomar el transporte escolar a las 07:00 am. Comencé con el pie izquierdo. Eran las 6:45 y todavía roncaba. Mi madre me levanto a empujones no tan amorosos de la cama, ella siempre tan tierna. Tomé un vaso de leche y salí corriendo de mi casa. Pero no me di cuenta de algo muy importante, había salido en pantuflas. Las risas de todos los niños se hizo presente frente a mi. Me cambie rápidamente zapatos. Subí al furgón escolar y me senté al fondo en el lugar mas solitario de todos. Me puse mis audífonos y puse "play" al reproductor. Las canciones sonaban mientras por mi cabeza solo pasan las imágenes bochornosas de mi estúpido descuido.
El furgón estaba repleto de niños pequeños gritones y chillones. Cuánto hubiera querido subir el volumen hasta reventar. Soy el mayor y frente a 20 niños chicos no puedo hacer nada. Al llegar al colegio descubro que mi mejor amiga está con un chico. ¿Cómo? No me lo había contado. Sabía que sentía cosas por él, pero solo eso. Nunca pensé que cierto chico sintiera lo mismo. Al subir las escaleras me encuentro con ellos conversando, la mire de reojo pero sin ningún reproche, no podía exigirle nada. Entré al salón saludando a Francisca, una de mis mejores amigas, unas de las tres chicas super-poderosas. Saludé a todo mi curso, después de todo nadie me caía mal. Sonó el timbre de ingreso y ví a Belén entrar muy feliz. Acaso ¿para todos hoy era un día feliz? Ella es la segunda de las tres. Suena un poco egoísta pero muchas veces cuando tu estás triste las otras personas feliz, y mas envidioso te pones. Me gusta verlas sonreír, pero no un día como hoy. Bueno, después de todo si era un hermoso día. El sol brillaba temprano en el alba y había un cielo despejado. Al fin pude ver a Antonia. Nos saludamos con un enorme beso, en la mejilla, como amigos.
Hace unos años atrás ella me gustó. Pero esos tiempos eran distintos. Yo solo veía lo superficial, y estaba más que claro que hasta el día de hoy era una chica muy guapa. Pero ya la conozco muy bien y se como es realmente. Una vez escuche decir a mi profesora de biología: "Fenotipos vemos, genotipos no sabemos" y aún la recuerdo.
Bueno, llegare al grano, me dejó en "friendzone" de por vida. Pero... Aprendí que es mejor que ser un novio. Un mejor amigo puede ser tu confidente, tu mentor, tu hermano, tu compañero de bromas, tu consolador y hasta tu mamá. Nunca más quize algo con ella.
Mi curso es de 45 personas. Para mí son 45 amigos. A la mayoría la conozco desde los 6 años y ya son parte de, digamos, tu familia. Pero claro que ellos no siempre te ven de buena manera. Muchas veces soy solo yo el amable.
- ¿Que te pasa hoy?- preguntó Anto detrás de mi.
- Me levante con el pie izquierdo.
- Creo que yo no- dice con una sonrisa gigante en la cara- hoy hablamos con Cristóbal.
- ¡Oh! ¿Y que te dijo?- pregunte finjiendo entusiasmo.
- ¡Quiere hablar conmigo mas tarde!
- Que bueno.
Mis celos se notaban a leguas, pero no eran celos de pareja, sino celos de amigo. No me gustaba ese tal Cristóbal para ella. Era un chico rebelde, molestoso. Pero ella, la chica lectora buena lo veía tierno. Que raro ¿no?
Las clases comenzaron y mi sueño se notaba al pasar el tiempo más y más. En medio de la clase se escuchó un ronquido. Adivinen, era yo. El profesor de historia se acercó a mi mientras todos mis compañeros casi explotaban de tanto aguantar la risa. Al llegar donde mi se acerco a mi oído y grito: - ¡Señor!
Me asuste tanto que casi salte del asiento para quedar pegado en el techo. Nuevamente la risa de todos invadió mis oídos. Mis mejores amigas se reían sin parar mientras yo me coloreaba de rojo.
Pasaron las horas y llegó la hora de almuerzo. Después de almorzar nos tocaba electivo, artes o música. Yo elegí artes el año pasado mientras que Antonia, Belén y Francisca, música. Ahí Antonia se encontraría con Cristóbal y pasaría lo que le dijo que iba a pasar.
- Seba, llama a tu mamá para saber si hoy puedes ir a mi casa- dijo Francisca mientras me abrazaba- recuerda que tenemos que hacer el trabajo de química.
- La llamaré luego.
Salí a fuera para poder hablar con mi madre. La llame por teléfono y después de varios intentos me contestó.
-Aló, ¿Quien habla?
-Tu hijo mayor.
- Pero ¿Acaso no sabes que estoy trabajando?
Supe inmediatamente que no quería hablar.
- Solo llamo para saber si hoy puedo juntarme con mis amigas a hacer un trabajo.
- No, no puedes. Recuerda que viajamos hoy.
- No quiero ir, y no te cuesta nada dejarme solo. Ya lo haz hecho otras veces.
- Lo sé, pero esta vez iras conmigo y tus hermanos.
-Necesito esa nota.
- Y para eso debo dejar mis planes ¿verdad?
- No pero...
- Pero nada. No iras.
Y luego de eso cortó la llamada.
Me puse un tanto más triste. Realmente no era mi día. Se lo dije a mis amigas, y también estaban tristes por mi. 5 minutos después recibo un llamado.
- ¿Mamá?
- Irás a la casa de Francisca, te pasare a buscar una hora después, de ahí viajamos ¿Ok?
- Si mamá...
Y solo escuché el sonido de la llamada finalizada.
Después de todo, era algo bueno. Supongo.
Fui al salón de artes. Un salón que amaba mucho. Pintar era mas que un hobbie, era una pasión para mi.
Me senté con un grupo de otras amigas y amigos. Siempre hablo con ellos en artes. No sé que puede pasar entre Cristóbal y Antonia. Ella es mi mejor amiga y como dije antes no piedo reprocharle nada, pero siente, y se que sonara estúpido, que si ella llega tener algo con él, su trato conmigo será muy diferente. Su nuevo novio (si es que ocurre) no dejará que me acerque mucho a ella como lo hacia antes. Antes podía abrazarla, besarla en las mejillas cuando quisiera, bailar con ella en alguna fiesta. Pero ahora nada será igual.
A la hora de salir debía tomar el bus que nos llevaría a mi y mis amigas a la casa de Fran. Al llegar al estacionamiento me encontré a Francisca sola y me dijo:
- Las tortolitas están por allá.
Mire y vi a Belén con su pretendiente Ian y por otro lado bajo un sauce a Cristóbal con Antonia. Estaban muy cerca casi rosando sus manos. Iba a ir donde ellos cuando Fran me paró diciendo:
- Eso no es todo, espera a que te cuente que paso en la clase de música.
¡¿Que?! Osea hay más. Por Belén no era lo mismo. Realmente me sentía feliz de su relación. Pero Antonia era mi mejor amiga. La que sabia mis secretos y yo sabia los suyos. Odio a ese hombre que desde ahora se convertiría realmente en su mejor amigo. Celos, muchos celos sentía y no los podía disimular. Todas las ideas de asesinato pasaban por mi mente. No es que estuviera loco pero sabi lo que podía causar Cristóbal. Sabia realmente lo que podía causar. Mire con desagrado a Fran.
Ella me miró y no me extrañe de su reacción. Me besó. Sus labios eran hermosos y suaves. Nuestro romanze era secreto. No queríamos que nadie supiera de esto. Ya le había dicho sobre los celos de amigo que tenía frente a Antonia y me entendía perfectamente. No teníamos ninguna relación sería, pero tampoco era de enrollarse con uno y con otro. Al subirnos al bus hicimos como si nada. Me senté a su lado. Anto iba delante de nosotros con Belén. Les toqué el hombro a ambas y dije:
- ¿Algo que quieran contarnos?
- Claro que sí, pero aquí no- dijo Belén con una sonrisa dibujada en su cara.
Ellas siguieron hablando mientras yo y Fran íbamos escuchando música mientras nuestras manos se rosaban levemente y soltabamos unas pequeñas risitas.
Todo el viaje fue igual. Al llegar a casa de Fran bajamos los cuatro del bus. Fran abrió la puerta y entramos. Su casa era algo grande. Su madre se había encargado en convertir el ante jardín en una selva tropical. Tenia plantas de diferentes tipos. Al entrar su madre nos recibe con mucho agrado. Nos hace sentarmos y nos sirve bebidas.
- Todas tienen cara de felicidad ¿porque yo no?
- Ahora podemos hablar- dice Anto.
- Claro que sí- dice Belén.
- Hoy en música estrechamos nuestras manos- dijo Anto- nos acercamos mucho y me dijo que le gustaba. Dijo que nunca había sentido algo igual por otra persona.
El mismo discurso de todos pensé en mi mente. O acaso ¿Es mentira que todos lo hombre te dicen, eso nunca se lo dije a otra o nunca había hecho esto? ¿Por qué se creen esas cosas?
- Me preguntó si podía besarme- prosiguió- pero le dije que no, era muy rápido.
Belén y Fran hicieron ese típico sonidito de ternura. Mientras yo solo mostraba una cara feliz para que ella no se sintiera mal.
- Ian me besó- dijo Belén
-¡¿Qué?!- respondimos todos al unisono.
- Si, y fue de la manera mas tierna- nos dijo mientras nos representaba la escena.
- Que lindo- dije- me siento feliz por ustedes.
Se notaba que estaba triste a kilómetros. Me miraron como si fueran las culpables.
-Lo siento- dijo Antonia- se lo que te ocurre. Tus problemas con tu mamá son muchos pero sabes que no estás solo. Y me abrazó. Un abrazo tan fuerte y reconfortante que sentí que mi alma se llenaba nuevamente.
- Pero le ocurre otra cosa- dijo Fran- algo sobre ti Anto.
Sabía a que se refería.
- Si. Anto, me siento feliz con lo nuevo que te está pasando. Pero, esto sonará estúpido, no quiero perderte.
Su mirada cambió, sus ojos se pusieron llorosos. Me agarró de la cabeza y afirmó su frente con la mía. Mi mirada estaba fija en el suelo.
-Mirame- dijo fuerte- mirame.
Levanté la mirada viendo sus ojos fijos en mí.
- Tu siempre serás mi mejor amigo, siempre- dijo y beso mi frente.
Algo en mi estaba mejor. Al ver a Belén y a Fran vi que las dos igual estaban llorando. Realmente las amaba. Realmente eran mis mejores amigas. Pero las cosas muchas veces cambian.

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2016 ⏰

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