Capítulo I

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Sus pasos resonaban inquietos por todo el frío y oscuro pasillo, siempre el mismo vaivén, siempre la misma secuencia de sus pasos, tal vez, porque así era él; constante, repetitivo, predecible.

Pero también era terco, impaciente y un tanto caprichoso.

— ¿Dónde diablos está el Doctor Coleman? — Soltó con fastidio.

El nombrado se hizo presente en el habitáculo, vacilante. Un hombre bajito, encorvado, con lentes de culo botella y una verruga en la mejilla. Cualquiera que lo viese pensaría que era un hombre irresponsable y de pocos estudios; todo lo contrario a Fitzhery Coleman.

— Estoy aquí, señor.

— Ya era hora de que apareciera, hombre, ¿Sabe, doctor? No tengo todo el dia para esperarlo.

— Disculpe, se nos pasó la hora.

— ¿Y a caso ese es mi problema ahora?

— No, claro que no.

— Era un pregunta retórica, Coleman.

— Disculpe — Repitió con un tono de fastidio.

— ¿Donde esta Zaack?

— Por aquí — Abrió la puerta de donde había salido y le hizo una seña para que pasase. Allí dentro todo era más oscuro, tétrico y frío. Aunque, no se podía esperar más de una sala de experimentos — Esta cada vez peor, no recibe alimentos desde anoche, pero sigue expulsando bilis por la boca, su estómago está inflamado por la irritación, se deshidratará en unas horas si sigue así; necesitamos su autorización para desconec...

— ¿Te haz vuelto loco? — Lo interrumpió, gritando — Nadie va a desconectar a nadie aquí.

— Entonces hay que darle suero hasta que ya no vomite más.

— Bien, eso harán entonces, supongo que es una de las últimas etapas, ¿No?

— Exacto, el virus, si no falla...

— No lo hará — Volvió a interrumpir.

— Entonces, el virus, que no fallará, deberá dar dos dias más de síntomas y luego regenerar las neuronas y células muertas, Zaack entrará en un coma temporal y luego recuperará la función de todos sus órganos vitales, incluído el cerebro.

— Exacto, mi campeón es fuerte, y volverá.

El doctor sacó una pequeña libreta de su bolsillo y leyó unas líneas.

— A parte de que seremos el primer país en tener el virus sanador, eso será un buen aporte a la nación.

— Sigo pensando que su 'virus sanador' terminará siendo un fraude, ¿Se imaginan? ¡Todo un The Walking Dead! — Un tercero apareció en la habitación, apoyado en el marco de la puerta.

— ¡Ja! Que optimista, Erick — Fitzhery lo miró con una pizca de desagrado.

— Vaya vaya, miren quién apareció, nada más y nada menos que el famoso Patólogo Erick Zufiaur — Una carcajada salió de la boca del presidente — No estoy para juegos señor sabelotodo.

— No estoy jugando, Eduard — Soltó una leve risita — Su hijo se transformará en zombie y al primero que morderá es a usted — Esta vez río con más fuerza y salió de la sala.

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⏰ Última actualización: Feb 16, 2020 ⏰

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