Me dirigí al estacionamiento donde mi chofer estaría esperando, pero no había llegando, me senté a esperar, saque un cuaderno y me puse a dibujar.
-Ahora eres Da vinci?- Otra vez era el
-¿Que quieres? ¿Dinero?- saque de mi bolsa una tarjeta- Toma!
-No quiero nada de eso engreída!
-Entonces?- ahora si me saco de onda
-Como te llamas?
-mmm? Kayla...
-Kayla, te costaba tanto presentarte ayer?- dijo algo burlón
-Sabes que? Deberías ya irte!- al se un poco la voz
-Jajaja... A ver engreída no porque a los demás los muevas significa que también lo harás conmigo, de acuerdo?- lo dijo muy enserio.Me quede callada, era verdad, a los demás los movía muy fácilmente, quizá era porque mi papá era dueño de empresas muy importantes. Nos quedamos viendo de nuevo fijamente a los ojos, debo admitir era intimidante pero a la vez hermosa su mirada. De pronto dio un paso cortando de golpe el espacio que había entre los dos y mi corazón empezó a latir muy rápido, y por ende me hice un paso atrás, pero volvió a dar un paso cortando nuevamente el espacio entre los dos, ¡Rayos! ¡Nunca antes estuve tan nerviosa! Pero obvio no lo haré notar. Se acerco a mi, sentía ya en mis labios un beso de el, pero no, sus labios tomaron otra dirección, dirección a mi oído.
-El que ríe al ultimo, ríe mejor engreída...- susurro tan suave que me hizo cerrar los ojos.
Y sin darme cuenta el ya no estaba ahí, se había ido del lugar, dejandome fuera de mi, dejandome rara...