Un camino que te lleva a otro reino

14 0 0
                                    

Otra mañana normal para mi, a las 4 a.m suena el despertador, un pequeño paro de metal tirado en el suelo, emitiendo tal sonido que los seres humanos no podemos soportar, produce jaqueca claro, pero en menos de dos segundos ya estas parado buscando destruir el emisor de ese sonido, pero en mi caso, busco a Boster para desactivarlo. 15 Minutos de entrenamiento y estoy listo para tomar un baso de agua con hielo, para que la mente despierte y empiece a funcionar , seguidamente le preparo el café a mi padre, primero cuatro vasos de agua, dos cucharadas de café y una taza de azúcar al lado, sumado a una cuchara. A mi padre lo despierta el olor de café y a mi madre su forma de decir:

-¡JODIDAMENTE! Perfecto quedo este confitico.

-Alonso Manuel Verrati Motta, deja de gritar a las 4 de la mañana, si, claro tu hijo prepara un café delicioso, pero tu mujer tiene sueño- Grita mi madre desde la habitación.

Solo puedo reír y caminar poco a poco al baño dejando frente a este un camino de ropa, un suéter, un buzo, una franelilla, una sudadera, una bermuda, una pantaloneta y la ropa interior. Mi mente esta despierta, pero mi vehículo locomotor, mi cuerpo, le falta encender un poco, y lo mas efectivo es acostarse en una tina y llenarla con agua fría, al cuerpo no le da tiempo de reaccionar e irse, el ya esta despierto y le toca ducharse lo antes posible puesto que el frió podría causar hipotermia. 5 a.m Hora de ver que esta haciendo mi madre para desayunar y de alistarme en la mesa del comedor, la camisa esta tapando los cubiertos, y las medias están en la esquina dispuestas a resbalar en cualquier momento, mientras que a gritos busco los zapatos por toda la casa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 24, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mis ParéntesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora