Deslices de colores

85 11 1
                                    

Pequeñas gotas coloridas caían por la mesa de madera en la sala del hogar de Víctor, producto del descuido de su hermano quien pintaba alegremente una hoja en blanco. El menor observaba de reojo la sonrisa que estaba impresa en el rostro del contrario, no es que fuera un amargado, pero era difícil verlo sonreír y mucho más que pasaran un agradable momento juntos como era ese mismo ya que Víctor tenía la costumbre de encerrarse en su cuarto la mayor parte de día. 

El peligris se levantó de la mesa para tomar un pañuelo de papel y limpiar los charcos de colores que estaban siendo formados en el suelo. Ánima movió sus labios intentando formular una de las tantas dudas que azotaban su mente: "¿Paso algo? ¿Te has metido en problemas? ¿Por qué tienes esa sonrisa? ¿ Hay algo que quieras decirme? ¿Soy adoptado?". Hasta las dudas más tontas que tenía quería preguntarle, pero sin embargo no lo hizo. Por temor a romper esa burbuja de paz que en un tiempo no había existido entre ellos.

El infante de ocho años acomodo los cabellos rebeldes de color negro que caían por su frente, manchándose accidentalmente con pintura verde. Víctor soltó una leve risa al ver eso, se acercó a su hermano acomodándole los mismos detrás de la oreja. Los ojos rosados del menor brillaron al sentir una tenue caricia, hace tiempo que no sentía las manos de su querido hermano mayor... Hacía demasiado tiempo.

¿Vas a morirte Víctor?.- pregunto Ánima algo temeroso de la respuesta.

¿Eh?...- los ojos azules del mayor se abrieron tanto como le daban abasto.- ¿Por qué preguntas esas cosas tan siniestras?

Pues...- comenzó a jugar con sus dedos algo incómodo.- Siempre que llegas de la escuela te encierras en tu cuarto y no sales más que para bajar a comer, o si mamá y papá te necesitan. Hace tiempo que ya no estas conmigo...- bajo la mirada algo triste, todo el tiempo había estado pensando que Víctor lo odiaba y por eso evitaba verlo la mayor parte del tiempo.

Pero ahora lo estoy.- el infante levanto la mirada en forma sorpresiva, sus ojos se encontraban tan radiantes como una rosa en pleno florecimiento asintió feliz para abrazar a su hermano con fuerza manchando su abrigo gris con la pintura de sus manos.- Oh, lo siento...- susurro en un tono sumamente bajo.

No importa.- contestó mirando las marcas de dedos a sus costados.- Ha quedado mejor que antes.- ambos echaron a reír levemente, para continuar con la tarde que lentamente, comenzaba a impregnarse con los colores de las alegres acuarelas.

 

"Hay veces en que me gusta pensar, que no todo en esta vida tiene sus explicaciones. Que las cosas suceden por el simple echo de que alguien así lo quiso. No esta mal, pero tampoco bien. En ciertas cosas es normal que alguien simplemente tenga un capricho sin motivo alguno. Que al ver a un gorrión con las alas rotas decida tomarlo y curar sus heridas para que pueda salir volando algún día. Aún si debes apartarlo de su nido, es lo mejor que puedes hacer en lugar de dejarlo sufriendo. Es lo más humano posible... Ayudar a alguien y afectar a otros al mismo tiempo. Con la única diferencia que mi trabajo no es solo ayudar al gorrión desesperado, sino que quitarlo de su lado y verlo hermoso y arrazante en su vuelo."



 























Nightmare dad...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora