Así es.

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                                                 Te quedas sentado, pensativo, con la boca semi - abierta; pensando en algo, quizá en mí.. eso quisiera.

Me quedo viéndote, por que cuando te veo, siento esa conexión, como se hace la energía a través de las filas del salón, te veo, para ver que haces, que dices.

En mi perdición, volteas a mi, volteo a ver otra cosa, lo más cercano posible, supongo que sentiste la mirada; así como yo la tuya al instante, volteo a verte con la mirada perversa y coqueta que llego a tener. 

                                   Me estás viendo, descarado, sólo sonríes y tus hermosos ojos color miel se iluminan para que al final, te rías.. sonrías y yo solo me quede viéndote como una tarada con mil ilusiones encima.

Me volteo.

Me llamas para decir cualquier cosa, solo me haces sonreír, ¿eso era lo que querías?. Me chocas, el mensaje sigue presente en mi mente, "aléjate".

"¡Rinnnng!" cambio de clase, me paro, camino hacia la puerta, y al parecer eres bastante veloz ya qué logras pasar justo a lado de mi para empujarme, como siempre lo haces. 

Lo más hermoso es, que al pasar a lado de mi pasa tu olor junto con una pequeña brisa, ¿quieres que me muera o qué? No no no. 


                                                                      Lo importante es, que no hay nada que me guste más que estar contigo, me sacas sonrisas, risas, y muchos pensamientos a la vez. 

Eres especial, en tan poco tiempo te has vuelto eso, una persona especial. 



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