Estrella fugaz
Aurora Seldon
Dedicado a Víctor
—Continuación de «De corazón a corazón[1]»—
«Con mi amanecer envuelve tu piel,
quémate en mi fuego.
Soy tu estrella fugaz.»
Naim Evren
1
Turquía, febrero 1999
Un viento frío azotó la solitaria colina cercana a la ciudad turca de Urfa y despeinó el cabello de uno de los hombres allí reunidos. Mark Cristow era el arqueólogo encargado de recibir al equipo de periodistas que trabajaban en un documental sobre los Círculos de Piedra de Göbekli Tepe[2], uno de los descubrimientos más importantes de la década.
—Este emplazamiento puede considerarse un lugar dedicado al culto de los muertos. Está extento de símbolos de fertilidad comunes a otros emplazamientos neolíticos y nunca fue destruido, solamente enterrado con tierra y piedras —explicó—. Estimamos que hay veinte círculos de piedra en total, que corresponden al Estrato III, el más antiguo. Sus pilares tienen forma de T y presentan brazos y manos, pero no tienen ojos, ni boca, ni rostro. La hipótesis más aceptada es que se trata de las primeras representaciones de los dioses…
La explicación se prolongó durante un par de horas más en la que el arqueólogo condujo al equipo de periodistas a través de la sección de las ruinas de Göbekli Tepe todavía cerrada a los turistas.
Cuando por fin finalizó la visita, Mark volvió a la zona del campamento y se dirigió a la casa rodante que le habían asignado, para cambiarse y volver al trabajo. Sentía esa ansiedad mezclada con excitación y una pizca de miedo que lo acompañaba cuando se enfrentaba al pasado. Su trabajo lo absorbía como un amante celoso del que no quería escapar; y aunque había estado alejado de Göbekli Tepe durante casi dos años, seguía tan fascinado como la primera vez que lo vio.
Claro que su vida había cambiado mucho desde entonces. Ahora Naim formaba parte de ella…
Naim, su misterioso amante. Se habían conocido por accidente, cuando Mark lo recogió en la carretera, herido y solo, dos años atrás. Habían estado juntos una semana, sin saber quiénes eran y sin que les importase. La separación había hecho que Mark se alejara de una Turquía demasiado llena de recuerdos, pero se habían vuelto a encontrar hacía poco más de un mes, en París.
Naim era cantante. Un cantante famoso que había triunfado en Europa Oriental y que se abría paso en el difícil mercado norteamericano. ¿Quién hubiera imaginado que el atractivo joven de ojos verdes y mirada soñadora que había recogido en la carretera fuera una celebridad?
Sonrió al recordarlo. El dorado de su piel le recordaba la extensa planicie mesopotámica y el mar de misterios que ansiaba descubrir. En Göbekli Tepe dirigía una excavación; en Naim podía explorar esos misterios con besos que sabían a arena y a desierto, podía hundir la lengua en ese ombligo que lo enloquecía, sujetándole las caderas mientras le daba placer con los dedos.
—Ah, Naim. Naim, ¿qué haré contigo? —dijo a la fotografía que guardaba en su cartera, oculta de miradas impertinentes.
Era 11 de febrero y habría dado lo que fuera por pasar el Día de San Valentín en su compañía. Pero claro, eso no podría ser. Naim estaba de gira y además, aunque detestara hacerlo, debía ser discreto. Eso era lo que le había pedido el cantante aquella noche, en Bélgica.
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Estrella fugaz
Science FictionMark es un arqueólogo obsesionado con su trabajo, que trata de sacar adelante su relación con Naim, un exitoso cantante turco que no desea salir del armario. (Continuación de "De corazón a corazón")