Jamie entró en la casa y Zayn subió las escaleras sin mediar palabra.
-¿Qué pasó? -preguntó Liam cuando ella entró en el cuarto.
-Harry pasó. Harry y su manía de arruinarlo todo. Zayn está enojado conmigo porque Harry le dijo a Jesy que nos besamos.
-¿Harry? Esperá un segundo, ¿Harry conoce a Jesy?
-Él trabaja ahí también. No quiero estar cerca de él, pero necesito ayudar a Jesy.
-Jamie...-empezó Liam.
-Te prometo que no voy a dejar que nada pase.
-¿Y si pasa?
-No quiero dejar a Jesy.
Liam se acercó a ella y le acarició la mejilla para luego besarle la frente.
-¿Besaste a Harry?
-No. Estoy con Zayn y lo amo.
La puerta se abrió y ella volteó, topándose con el moreno. Él se acercó a ella y la tomó de la cintura, pegándola a su cuerpo para luego besarla.
-No estoy enojado con vos, mi amor.-susurró él.- Te grité y no habías hecho nada. Siempre hago lo mismo. Últimamente solo te lastimo.
-Los dejo.-dijo Liam y puso su mano sobre el hombro de Zayn.-Cuidado con esa mano, le duele ahí.
El moreno retiró su mano y acunó la mejilla de ella.
-¿Sabes? Nos costó mucho poder llegar a estar bien y sé que no es fácil. Sabemos que siempre va a haber algo que quiera arruinarlo pero podemos seguir. Si estamos juntos, siempre podemos seguir.-dijo Jamie.- Porque nos amamos. ¿Te acordás, Zayn? Estamos enamorados.
-¿Qué es el amor, Jamie?
-Liam es el amor.-dijo y rió con suavidad para luego mirarlo con ternura.- Vos sos el amor.
Zayn sonrió y la besó una y otra vez para luego guiarla a la cama y recostarla sobre él.
-Descansá. -pidió.- No voy a ir a ningún lado.Harry dejó que la botella vacía resbalara entre sus dedos y miró la orilla del lago, imaginándola ahí, tendida mirando el cielo.
-¿Me podes escuchar?-preguntó la rubia. Harry la ignoró y ella se sentó sobre sus piernas, no se había molestado siquiera en ponerse el sostén.- Vamos, Harry.
-Styles.-le corrigió él.- Ahora andate.
-Pero...
-Que te vayas.-gritó y la chica se apresuró a tomar su ropa.
-Idiota.-masculló.
-Zorra.-dijo él.
-¿Perdón? Yo no soy ninguna zorra.
-Acabas de conocerme en un bar y no me costó ni dos latas de cerveza traerte hasta acá.-dijo él, encogiéndose de hombros.
-Sos..-empezó y las lágrimas recorrieron sus mejillas.- Te odio.
-Bienvenida al club.-dijo él y se dejó caer de espaldas, mirando el cielo.
No podía más que pensar en Jamie y en esa estrella en la que ella decía que estaba Cory. La bajaría por ella. Bajaría el sol por ella, aunque eso lo matara. Y le odiaba saberlo pero lo sabía.-¿Qué vamos a hacer?-preguntó Geoff.
-No lo sé. Todo se está yendo a la mierda y es por culpa de Styles.
-Él la sacó del auto...-empezó Karen.
-Él la golpeaba, la humillaba. Ella trabajaba para él. ¿Por qué creen que ella nunca habla de él? Le tiene miedo. -dijo Liam y pateó la mesa.- Y está enamorado de ella. Eso dice. Aunque dudo que sea amor. Nadie puede amar a una persona y lastimarla así.
-¿Queres que nos vayamos?-preguntó Karen.
-Si nos vamos, ella va a decir que es su culpa. No quiero que eso pase. Tenemos que viajar con ustedes. Hay que despejarla.
-¿Y Zayn?
-Zayn tiene que venir con nosotros. -dijo Geoff.- No podemos dejarlo acá si nos la llevamos a ella. Jamie se deprimiría.
-Mañana vamos a viajar.
-Jesy.-dijo Liam.- No va a querer irse. ¿Qué vamos a hacer? Jamie está anclada a este lugar.Por la tarde, Liam la acompañó a la casa de la señora Brooks. Se quedaría con ella.
-Él es mi hermano. -le dijo a Jesy.- Su nombre es Liam. Va a quedarse con nosotros a partir de ahora.
-¿Es por que Harry quiso golpearte?-preguntó la nena y Jamie presionó la mano de Liam sin dejar de sonreír forzosamente.
-Eso fue un malentendido. -dijo, recordando como el puño de él había pasado a centímetros de su rostro.
-Pero viene a cuidarte de Harry.
-Si. Vengo a cuidarla de él.-dijo Liam, serio.- No voy a dejar que nada le pase.
-Tranquilo.-susurró ella.- Vas a asustar a la brujita.
-¿Podemos ir afuera hoy?-preguntó Jesy clavando sus ojos en Jamie.
-Claro que si.
-Jamie...
-No voy a enfermarme.-dijo ella.
-Sé que mañana vas a estar con fiebre.-rió él. Jesy soltó el aire contenido.- Creo que ya no cree que sea tan malo.
-Te dije que la asustabas, tonto.
-Auch.-dijo él, fingiendo que le dolió.- Jamie, Jamie, Jamie. Herís los sentimientos de tu hermano.
-Ignoralo, Jesy.-dijo Jamie.- Es un tontito.
-Me amas.
-Con todo mi corazón.
-Ustedes no se parecen.-dijo Jesy.
-No. Pero somos hermanos.-dijo ella al ver como el rostro de Liam se transformaba.- Ayudame. Vamos a sentarla en el pasto. Ya llegó la hora de la merienda.
-Mamá no me deja.-dijo Jesy.-Dice que después no voy a poder levantarme.
-Yo voy a levantarte.-dijo Liam.- Lo prometo.
-Las promesas no sirven de nada.
-Liam nunca rompe sus promesas.-dijo Jamie.- Confía en él.
-Te amo.-gritó su hermano mientras ella iba a buscar la merienda.
-No lo quiero acá. -dijo Harry a espaldas de ella. Jamie se sobresaltó y se pegó a la mesada.- Quiero tenerte para mi aunque sea unas horas. ¡Mierda!
-Estás borracho.
-Hasta la médula. -dijo él y sonrió.- Y seguís acá. -apuntó su cabeza.- Cada maldito segundo del día.
-Harry, andá a tu casa. Liam va a lastimarte y...
-¡No lo digas!-gritó.- Estoy harto de que me cuides. No hay motivos para hacerlo.
-Alejate de ella.-dijo Liam, entrando en la cocina.
Harry la miró y se apartó, para luego salir de la casa. Liam tomó la merienda y salió fuera. Jamie se sentó entre él y Jesy y ambas se dejaron caer sobre el pasto.
A veces Jamie también se sentía enferma. La carencia que tenía Jesy parecía tenerla ella también. Era como con Cory. Ella no quería respirar si él no lo hacía. Ella no quería caminar si Jesy no lo hacía. Entonces pensó en Harry y encontró su propia carencia, esa imposibilidad de mantenerlo lejos de su cabeza y su corazón.