TU PARTIDA (YO)

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Soy soldado, hijo, hermano, tío, amigo, nieto, pero ante todo soy humano.
Me levanto muy temprano y observo lo que solo veré en mis recuerdos, lo que quedará en mi. Toco el frío del suelo y sé que aún estoy viviendo, y avanzo a pasos lentos pero decididos a darme un baño; el agua cae en mi cuerpo y se me hace placentera; la extrañaré.

Salgo hacia mi habitación y abro la puerta silenciosamente como si estuviera en la guerra.
Me visto de los colores que me hacen llorar y a la misma vez sonreír.

Mi patria es tan pesada como el fusil que cargo para la batalla.
El último desayuno que probaré de mi madre hasta mi regreso (si es que algún día vuelvo). Miro a mi padre y recibo su bendición, con la fe puesta por Dios en mi corazón y camino hacia donde la libertad me vuelve prisionero: "La Guerra". Frente a la salida me detengo y miro a mi padre y me acuerdo de cada chiste sin gracia que contó para impresionar a mi madre.

Salgo hacia la soledad; se vuelve un estado de ánimo donde soñar sí es posible, porque ahí daré mi vida, pocos me agradecerán y muchos me olvidarán.
Volví a casa siendo humano y en victoria.

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