Parte 1/2

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Bueno, al final decidí que no seria un capitulo único, esto se debe a que el inche cap constaba de  mas de 4mil palabras D: osea era muyyy largo así que lo voy a dividir , a demás un no lo tengo terminado, me falta el final ;-;  (osea va estar bien pinche largo).

emm... ya no hay mas que decir por lo que de momento les dejo esta 'pequeña' parte nwn

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Un gato enamorado, eso soy...

Reiji, así es como lo había bautizado aquel c h ico de cabellos plateados el día en que lo conoció. Todo comenzó con un simple acto de bondad, o así lo veía el pequeño minino, la sonrisa de aquel chico logro cautivarle, su amabilidad le enamoro. Aun recordaba muy bien aquel día en que lo conoció...

Fue un diciembre un día de lluvia, en las calles de una enorme ciudad se encontraba el pequeño gato pardo herido, había estado huyendo de un par de perros que le querían herir y en la huida se lastimo una de sus patitas delanteras, ahora se encontraba dentro de una caja empapada que duras a penas le cubría de la lluvia, hacia frio y su pata no ayudaba, le dolía mucho, comenzó a temblar y a maullar, aunque estos eran muy débiles dudaba que alguien le fuera a escuchar y más .. Dudaba que alguien le ayudara ¿Quién ayudaría a un gato callejero?

Por otro lado, a unos cuantos metros se aproximaba un chico de tez pálida, cabellos plateados, ojos del mismo color y de una edad de aproximadamente 11 años, este iba de camino a su casa, ya había salido de la escuela y la lluvia lo agarro desprevenido ocasionando que se moje y obligándolo a correr bajo la fuerte lluvia, mientras corría tratando de que sus cuadernos no se mojasen, pudo escuchar unos débiles maullidos, lo que le hizo parar en seco y mirar para ambos lados en busca del ser que con dificultad pedía ayuda.

Hasta que lo vio era un pequeño gatito, el niño albino sin importar ya sus empapados libros, se acercó a aquel animal que a su parecer le resultaba tierno y que al verlo que aquella forma tan horrible a su ver, se aproximó hacia el minino y lo tomo en sus manos, y este por su parte no podía escapar, no tenía la suficientes fuerzas para hacer aquello. Ranmaru metió al pequeño gato dentro de su chaqueta y continuó su camino a casa.

Al llegar lo que hizo fue dejar su mochila tirada en la entrada e ir lo mas rápido que pudo a su habitación, ya ahí busco una caja de zapatos, puso algunas prendas que ya no usaría y coloco al minino dentro mientras que comenzaba a secarlo y curaba su herida.

-No te preocupes pequeño yo te cuidare...

Esas fueron las palabras que le dedico al gato antes de salir de la habitación y bajar a la cocina en busca de alimento para el felino; saco leche del refrigerador y la puso a calentar para que se entibiara y poder dársela, mientras esto sucedía regreso a su habitación y busco ropa para poder cambiarse, se vistió lo más rápido que pudo para poder volver a la cocina.

Ya que la leche estuvo tibia la sirvió en un pequeño traste y cuando volvió a su cuarto en donde se encontraba el gato, este estaba jugando con las agujetas del zapato del albino, al chico le pareció muy tierno por lo que solo se limitó a sonreír.

-Oye, eso no es para morder... -se quejó jugando - mira, te he traído un poco de leche, has de tener hambre...

Dejo el platito en el suelo y rápidamente el gatito se aproximó a este acercando su pequeña nariz para olfatear el contenido, al notar que era seguro comenzó a beber la leche.

-Vaya, si tenías hambre... -comento Ranmaru mientras se sentaba aun lado y acariciaba el lomo del minino - Mmm... debería ponerte un nombre, veamos...

The Cat Who Fell In Love And...DisappearedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora