A la mañana siguiente, Irene saludó a Pere y Sandra, quienes iban camino para la universidad, y ella, como cada mañana, fue con su padre y Emi en clase. Ella estaba ausente pensando en "la tarde con Luis y Marcel junto a Chantal". No quiso decirle nada delante de su padre, así que Irene tuvo que esperar. Era una mañana nublada y por lo que parecía, llovería a media mañana.
Cuando llegaron, las chicas ya estaban allí, todas chistosas:
-¡¡¡¡Pues yo hoy voy a quedar con Alex EN SU CASA para hacer el trabajo!!!!
-Nicole, no chilles, por favor, me vas a rebentar los tímpanos-se quejó Cris.- Carlos aún no me ha dicho de quedar y como no lo haga hoy me lo cargo.
-Para que Carlos te pida quedar tiene que pasar un milagro. Y más en su casa. –dijo Irene y Cristina hizo una cara para recordar.
-¿Y vosotras dos qué?
-¡Sí! Os dijimos que hablaríamos de eso cuando estuviéramos juntas.-comentó Chantal.
-Bueno, pues ayer Tal y yo decidimos quedar en el parque. Antes de hacer el trabajo, decidimos dar una vuelta por allí y... Adivinad quiénes estaban jugando a fútbol...-Irene se dio cuenta de que Andrei y Anny estaban detrás de ellas.
-Marcel y Luis.
-Marcel, Luis y Toby.-Anny se sobresaltó al oír "Toby".
-¡¿Quién ha dicho Toby!?
-Buenos días, par de rusos, no os habíamos visto. –dijo Nicole mientras Anny y Andrei se sentaban. Irene le hizo puesto a Andrei mientras Anny se pegaba a Emi y Chantal, que hablaban de los chicos.
-Pues bien, les saludamos y estuvimos hablando un rato, y nos preguntaron si queríamos jugar con ellos al fútbol. Hicimos parejas, y Toby hacía de portero. Ya os debéis imaginar qué parejas éramos.-todo el mundo asintió.-Y bien, estuvimos un rato jugando y luego nos fuimos en un bar a merendar. Ellos nos estuvieron contando muchas cosas interesantes y se nos hizo tarde. En fin, que nos despedimos de ellos prometiendo quedar con ellos algún día. Dos horas más tarde, Tal me llamó diciéndome que no tenía los apuntes y tuvimos que ir corriendo a buscarlos de noche.
-¿Y los pudisteis encontrar?-preguntó Andrei interesado.
-Sí, lo conseguimos. Aunque fue un poco miedoso ir por la noche solas por allí. Por suerte llamé a Luis preguntándole si los había visto y no quiso que fuéramos solas por la calle a esas horas, así que en cinco minutos Marcel y él estaban en el parque buscando los apuntes con nosotras. Finalmente, nos volvimos a despedir. Chantal y Marcel se fueron en otra dirección y Luis me acompañó a casa.
-¡Qué galante!
-Y cuando nos detuvimos frente a mi portal... ¡Me besó!-todo el mundo miró a Emily con sorpresa:- ¡Sí! ¡En medio de la calle! No sabía cómo reaccionar, y más cuando él me cogió de las manos y... Se me declaró. –todo el mundo estaba boquiabierto, incluso Carlos, de quien nadie se percató de su presencia.
-¡Así que ahora eres la novia de Luis!
-¡Sí! ¡Estoy tan emocionada! Vaya, ya viene...
El trío más famoso del instituto llegó (sin Alex) y Luis fue inmediatamente a abrazar y besar a Emily. Todos se quedaron un poco cortados, no estaban acostumbrados a ver escenas así entre ellos. Ese grupo de chicos no era de tener novias, así que todo el instituto se quedó pasmado ante tal escena. Emily sonreía de felicidad, y Anny estaba inquieta. Irene era la chica con quien más confianza tenía después de su llegada, así que decidió hablar con ella y desahogarse:
-Mmm... Irene, ¿me puedes acompañar a la cafetería un momento? Necesito hablar contigo.
-¿Y dejar a Andrei aquí solo? Pobre...
-Sólo será un momento...-Irene miró a Andrei. Él le dijo:
-No me voy a morir por un minuto. Nos vemos en clase.-ella asintió y fue con Anny en el bar. Laia las saludó efusivamente mientras hablaba con Adrian.
-Quería... Pedirte consejo.
-Puedes pedirme lo que quieras. –dijo Irene sonriente.
-Verás... Es que me encanta Toby, el amigo de Marcel, Luis y Alex... Y no sé cómo hacer que se fije en mí. ¿Me puedes decir qué hacer?
-Uf, difícil. Eres un poco tímida para lanzarte... ¿No nos dijiste un día que te dio su número?-ella asintió.-Pues llámale algún día. Vais a la misma clase. Le llamas con la excusa de que no te has enterado de los deberes o algo por el estilo. Y si no... Le pides a alguien para que hable con Toby y convencerle para quedar.
-¿Y a quién se lo pido? Tú podrías...
-No, a mí no, se me da fatal eso de ligar, siempre termino con el corazón roto, y si tengo que hacer algo así aún es peor. ¡Si yo te contara lo que me pasó en los años anteriores...!
-Pues ya veré a quién pedírselo. Gracias por todo, Irene. Tengo que irme a clase. Nos vemos en el patio.-se despidieron y Irene fue a clase. Vio cómo Andrei le tenía un puesto reservado.
Se sentó a su lado, miró la ventana y se dio cuenta de que estaba lloviendo a mares. Le encantaba la lluvia, era raro que lloviera en su ciudad, ya que el clima mediterráneo no era demasiado lluvioso.
-Fantástico, y yo sin llevar paraguas... Me encanta que llueva, pero si llevo algo para no mojarme me gusta más.-dijo la chica y él rió.
-Ya te dejaré el mío si quieres. No me importa mojarme.-propuso Andrei sonriente.
-Pues a mí sí que me importa, porque no quiero que te resfríes.
-En Rusia llueve y nieva mucho, ya estoy acostumbrado. Oye, si tan preocupda estás, compartimos paraguas.-dijo un poco sonrojado. Ella le dio un abrazo a modo de agradecidimento.
Era una lluvia incesante, acompañada de truenos y rayos. No podía dejar de mirar a la ventana, estaba fascinada ante tal paisaje. Andrei se centró en la clase y le llamaba la atención si el profesor se fijaba en que no estaba atenta. Ella decidió dejar de mirar la lluvia para concentrarse en las explicaciones del profesor mientras se quitaba la preocupación acerca de las clases de Educación física.
No es que odiara esa asignatura, pero era una negada en deportes y ejercicio físico. Además, siempre había problemas en los vestidores con las chicas de clase, ya que siempre se metían con todo el mundo por su físico y era algo horroroso. Irene deseaba con todas sus fuerzas que arreglaran los vestidores o simplemente quitaran la materia.
Aquel día, pero, todo el mundo tuvo una gran sorpresa en clase de Educación Física...
ESTÁS LEYENDO
El Alumno Nuevo
RomanceAquél curso quería hacerlo bien. Irene no quería volver a sufrir más por amor. En su primer año de instituto, se enteró de que el chico que le gustaba era gay; en segundo año, otro le dio plantón en la fiesta de fin de curso; y en tercero, un chico...