TROUBLE MAKER (One shot)

Jang Hyun Seung. My First.

Tan pronto como escuché el gatillo a mis espaldas, supe que era mi final.

En alguna parte de mí, mi alma deseaba que el Joker hubiera sobrevivido a la hecatombe protagonizada por la banda rival y me viniera a salvar. Mis piernas temblaban, no fui capaz de hacer ni un solo movimiento. Mi corazón latía a mil por hora, me costaba respirar.

Aunque sabía que merecía morir por matar a mi novia, le temí al descanso eterno.

Muchos momentos se me pasaron por la cabeza, desde que Junhyung me contrató para formar parte de las Bestias, hasta las vacaciones tan perfectas que pasé con Hyuna por todo el país. Todos los momentos inolvidables que con ella viví, tanto buenos como malos, para mi desgracia estaban en mi mente. Sonreí como un idiota y pensé: "Hasta el último segundo de mi vida me seguirás atormentando", luego la bala fue disparada.

En ese momento mi último pensamiento fue ella, la noche en la que la conocí en la carrera de coches, carrera que ganó limpiamente. Ella, y sólo ella, fue el arrepentimiento más grande que reposaba sobre mis hombros. Debí haberle echado cojones desde un principio y fugarme a una isla tropical lejos de bandas y otras estupideces que nos impedían ser felices. Hyuna fue la primera que me hizo creer por primera vez en el amor. A pesar de todos los romances espontáneos que tuve a lo largo de mi vida, ella supo cautivarme para que sólo quisiera besar sus labios y no querer abrazar otro cuerpo que no fuera el suyo.

Recuerdo que ella condujo hasta su apartamento para cambiarse de ropa antes de ir a tomar algo por la noche. Mientras se duchaba yo veía la televisión. Ella tarareaba una pegadiza melodía que me hizo sentir escalofríos en varias ocasiones. Me sentía estúpido porque, por primera vez en mi vida, estaba nervioso al estar con una chica.

Hyuna salió envuelta en una corta toalla blanca. Todavía algunas gotas recorrían sus brazos intentando escapar de su lisa y pálida piel.

- Voy a vestirme. Vuelvo ahora mismo -dijo mientras se adentraba en el pasillo y abría la puerta derecha del fondo -. ¿Qué crees que me debería poner?

- Algo cómodo estaría bien. Por la noche vamos a bailar mucho -incliné la cabeza hacia el pasillo para ver si mi vista podía alcanzarla, pero fue inútil.

- ¿A bailar?

Sollocé una pequeña risa.

- Y a lo que quieras.

Kim salió de la habitación con unas botas negras de tacón bajas, unas medias de rejilla, un pantalón corto vaquero de cintura alta, un sujetador negro y una chaqueta rosa. Abrí los ojos como platos, perplejo por su look. Ella sonreía a la vez que caminaba hacia mí. Me tumbé en el sofá todavía sin saber reaccionar.

- ¿Qué tal así?

- No sé... ¿No vas a pasar frío?

Ella rió y siguió hasta el baño.

- Ya te tengo a ti para darme calor.

Volví a sonreír. Parecía un niñato con tantos suspiros y sonrisas a la nada, ¿desde cuando era yo así? Estaba empezando a decepcionarme conmigo mismo, con ella no era capaz de defenderme, con ver sus ojos y su sonrisa sentía que me derretía. No era capaz de hacer ni un solo movimiento.

El ruido del secador comenzó a resonar por todo el apartamento devolviéndome a la realidad. Me senté correctamente en el sofá y miré la televisión con ganas de que Hyuna terminara de una vez de arreglarse para poder salir con ella por ahí y poder conocerla más. La curiosidad de saber algo más sobre ella hizo que me quisiera levantar del sofá y abrir los cajones de los muebles para ver si tenía alguna foto de cuando era ella pequeña.