Rara pero no loca

Capitulo 30

-Oh Dios mío!!! Estamos perfectas!! - Dijo Vic al mirarnos todas en el espejo. De verdad que estábamos perfectas. No cabe duda. Por otro lado no les eh dicho lo de Japón y eso me preocupa.

-Lea y esa cara? Haz estado así todo el día hasta cuando fuimos por los vestidos y tu estabas entusiasmada.

-Chicas....- Dije entre llorando.

-Ayyyy no... Dime que el idiota de mi hermano no te dejo.

-No no es eso.- Dije llenándome de valor.- Chicas yo... A final de año me voy a Japón y no regreso hasta que me digan.

-Auch...

-Golpe bajo...

Hubo un largo silencio por lo que parecieron siglos y yo estalle en llanto.- Lea no llores guapa tu maquillaje se arruinara...

-Si... Nosotras estaremos contigo sin importar lo que pase, igual existe la tecnología no?

-Gracias chicas- Dije mas calmada y nos abrazamos para luego decir un unísono...

-Awwwww- Y reír

-Bueno guapuras nosotras solteronas la pasaremos bien guay hoy. Lea te vemos aya querida u no llores.- Dijeron saliendo de la habitación como divas quedando solo Vic y yo.

-No le haz dicho verdad?

-Es difícil..

- Lo sé, confío en que tomaras la decisión correcta pero te sugiero le digas...

-No puedo...- En ese momento llego Steven, sus ojos brillaban y su sonrisa no podía más.

-Estas... Estas...-Tartamudeo con su sonrisa perfecta.

-Guapa?-Dijo Vic

-Bonita?-Dije yo

-Hermosa- Concluyó.- Lea toda tu es perfecta, te amo.- Dicho esto nos sumergimos en un tierno beso donde los dos sonreíamos, extrañare esos dulces, suaves y tibios labios que me derriten. De echo todo el me derrite.

-Nos vamos?- Dijo dando su brazo como un caballero.

-Me voy me siento violinista - Dijo Vic

- si...- Duje yo mas enbobada que otra cosa.- A patear cabezas de zombis!

-Que?!

-Ese es el tema yo lo organicé, de nada- Dije riendo

-Ay Dios.- Me siguió.- De verdad estas bellísima.

-Gracias.- Dije nerviosa, creo que me sonroje. Por otro lado mi vestido consistía en un vestido dorado mas arriba de la rodilla, con piedreria bellísima y una fina capa de seda dorada sin piedreria que cae a un costado. Eso acompañado de unos zapatos dorados y mi cabello en ligeras hondas cayendo por un costado. Estaba sencilla pero elegante y el vestido simplemente lo amaba. Steven y yo íbamos agarrados de la mano y me cabeza rebozaba en su hombro izquierdo. En eso pierdo el balance y pienso que caeré pero no, Steven me sujeta firmemente y me mira con esos ojos intensos que amo.

-Mi héroe.- Dije irónicamente y riendo. A eso obtengo una mirada de arrogancia por parte de Steven y luego me levanta tan elegante y delicado como si de una pluma se tratase. Me coloca como toda una princesa. A eso abro los brazos y dejo caer mi cabello y brazos libremente.- Me siento como toda una princesa.-Confesé

-Mi princesa.- Que lindooooo!! Me logro desarmar por completo, que me hacia este hombre?

-Tu princesa.- afirme y por un momento me sentí completamente viva y feliz pero luego me acordé que no le había dicho lo de Japón y me quede pensando todo el trayecto hasta el auto, donde no me soltó pero abrió la puerta para luego dejarme suavemente sobre el asiento del copiloto.-Noé deshesss- dije a modo puchero.-Te necesito tanto como a mis libros de los Hunger Games.