Capítulo 1: Soy un desastre.

81 7 6
                                    

Nublada tarde de domingo, un té caliente reposaba sobre mi escritorio mientras dibujaba otra creación de las mías en mi cuaderno de dibujos, era una vía rápida de escape, expresaba todo ahí, no había otra cosa en la que me pudiera desahogar. No tenía nada que hacer, solo mirar como las horas pasaban en mi reloj del salón. Segundo a segundo, minuto a minuto llegaron las 9 de la noche, buena hora como para dar una vueltecilla nocturna por las calles de mi ciudad, Barcelona. Era una de esas tarde-noches perfectas para salir a recorrer la ciudad en mi skate, lo estaba deseando. Busqué las llaves y pegué un portazo, era hora de salir de mi cueva llamada casa.

Se me olvidaba, mi nombre es Becky, vivo, como ya he dicho antes, en Bacelona, soy una chica de 15 años, mediana estatura, mis amigos me suelen decir que mi forma de vestir es muy hipster (eso no se lo niego), siempre estoy escuchando música, no hay quien me separe de mis auriculares, forman una gran parte de mi. Suelo montar en skate todos los días aunque sea un rato, es algo que hace que me olvide de la rutina... Vamos, en resumen, que no soy la típica chica de vestiditos y faldas, sino la de converse y auriculares. Soy muy bipolar, pero caigo bien a la gente. A veces me da la vena de la rebeldía, pero es lo que tiene estar en la "edad del pavo", yo no entiendo por que lo llaman así en verdad -.-

Y bueno, salí de la puerta principal de mi edificio, en el cual en cada rellano no sé como lo hago que me encuentro a toooodos los vecinos, mira que bien. Dejé el skate en el suelo y solo me quedaba montarme en el y empezar a ir de calle en calle. Había empezado el instituto hace poco, este año veía venir montañas de libros y deberes para aprobar con una miseria de nota el trimestre, genial (Nótese la ironía). Lo último que quería era entrar por esa puerta hacia el infierno matinal.

Estuve como 3 horas fuera, no oí las 15 llamadas perdidas de mi madre, es lo que tiene llevar el teléfono siempre en silencio... (Se me olvidaba otra cosa para la descripción de mi persona, soy un completo desastre :3), no me di ni cuenta de las horas que eran, nada más y nada menos que medianoche y yo por ahí, la que me iba a caer en llegar a casa, milagro si al día siguiente seguía vivita y coleando.

Al abrir la puerta ya vino mi madre para empezar con el primer castigo, pero yo la ignoré y me encerré en mi habitación,(buena solución Beck, que lista eres, has pensado por una vez en tu vida). Me tumbé en la cama, estaba cansadísima, pero al momento recordé que... ¡Era DOMINGO!. Mañana lunes, no. Eso significaba que había que madrugar... ¡Perfeectoo! (No entiendo por qué uso tanto el concepto de ironía, de verdad). Apagué las luces de mi cuarto, cerré los ojos y ... ¡VENGAA VAA! Justo un Whatsapp en ese momento en los que el sueño se estaba haciendo conmigo. Y como no, era Crys, recordándome que mañana era lunes y nos subiríamos juntas, que manía tenía de recordarme todo para fastidiarme, pero siempre con el ♥. A lo que respondí con un seco "Siiii", sin emoticonos ni nada, y si yo no ponía ninguno significaba que no me apetecía hablar, según la gente.

La 1 ya, era hora de irse al sobre, otro día más, otro menos.


Bueeeno, seas quien seas que este leyendo esto siempre me gusta escuchar los comentarios de tooodo el mundo, vienen bien por si tengo que mejorar algo o por si empieza bien la historia o no.

Grasiiiiaaaas.

Aityy♥.



Not The Typical GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora