Perdido en la penumbra

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"Algunos construimos nuestros propios temores y locura para huir de la fatídica realidad" – H.P. Lovecraft

Ramiro estaba arrinconado en una esquina el vagón, Columbus a su lado.

Ramiro estaba invadido por el temor, temor a lo que se aproximaba, temor a morir, temor a perder a Columbus, temor a enfrentarse a sus más horrendas pesadillas...

El Vagón se seguía moviendo...

Ramiro intentó romper las esposas, con lo que había en el vagón, pero nada funcionó, las esposas eran de nuestra época, las que traen los policías, eran sencillas, pero muy fuertes.

Luego se las intentó quitar, pero estaban apretadas, y no lo logró.

Al final se rindió.

Se percató que estaban a punto de llegar, ¿Cómo? Aún no lo sé, pero si se esto, Columbus ya se había enfrentado a éstas cosas antes.

Cuando el vagón se estaba parando, se oían rugidos de criaturas extrañas y lloriqueos de "niñas pequeñas". Era como el infierno.

Cuando por fin paró el metro, y se abrieron las puertas, Ramiro sintió mucho escalofrío, miedo y horror...

Lo primero que hizo fue apretar el botón rojo, lo apretaba y lo apretaba pero no funcionaba, estaba "corto de energía el metro".

Columbus estaba ladrando, pero no eran ladridos usuales.

Ramiro seguía se tiró suelo y no tenía intención de salir.

El exterior era muy, MUY oscuro, lo único con luz era el vagón, estaban en un subterráneo.

Entonces Ramiro empezó a buscar una lámpara, o linterna, algo que le diera luz. En ése momento se escuchó un rugido, era como un rugido de león, pero mucho más fuerte y atemorizante.

Cuando Columbus lo oyó, empezó a ladrar aún más, y luego solo gruñó.

Ramiro encontró una linterna, igual de nuestra época, cuando la agarró, Columbus salió disparado del vagón, corría y ladraba al mismo tiempo, entonces Ramiro sacó la linterna, y la encendió, pero Columbus ya estaba lejos, no se veía.

-¡¡¡COLUMBUS!!!- Gritó Ramiro -... ¡¡¡NO!!!...

Y fue cuando Ramiro se atrevió a salir de Vagón, con la linterna, claro.

Cuando dio los 2 pasos fuera, la puerta del vagón se cerró, y el metro empezó a moverse, Ramiro golpeaba la puerta pero era tarde, alguien lo había activado.

Sin ninguna ruta de escape, decidió adentrarse en la Penumbra en busca de su amigo.

Lo primero que notó fue que toda clase de salida estaba obstruía, las escaleras estaban completamente obstruidas, no las podías cruzar, había sangre por doquier, y uno que otro cadáver humano.

Ramiro siguió su camino, el único que había, gritando "Columbus" en todas partes.

El silencio era ensordecedor, Ramiro no lo aguantaba, era como si empezara la locura en él.

Minutos después, Ramiro logró escuchar un ladrido, ¡Era Columbus!, bueno, no lo veía pero sabía que era él, asique empezó a correr.

-¿Columbus? – Dijo Ramiro - ¡Columbus! Vamos amigo... ¡Larguémonos de aquí!...

Entonces fue cuando Ramiro tuvo su primera interacción con un horror, era muy parecido a lo que Lovecraft denominaba "Cthulhu", solo que éste, medía 2 metros.

Éste horror es el producto de radiación, humanos y pulpos.

El horror tiene forma humanoide, le salen tentáculos largos por la boca, y tiene una boca muy grande; tiene 2 ojos, completamente negros, uñas afiladas, y dos alas, en la espalda, pero no le sirven de nada, solo están de "adorno".

Vicis Dominis - Señores del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora