Delito

U N O

-Aún tenemos sueño Miriam-
Se quejaba Mario.

-¿Por favor Mario, acaso te quejabas cuando mi padre los levantaba a la una de la madrugada cuando apenas se acababan de dormir a las doce?-
Dije levantando las cejas, suspiro rendido.
-Eso pense-

-Miriam, ya tengo las combinaciones de...-
Un vosteso interrumpió Scarlet.
-las cajas fuertes del banco, en menos de 5 minutos llega Justin con las armas de espionaje-
Otro vostezo se escapo de su boca.
Tome una silla y comence a golpearla contra el suelo haciendo que la atención de todos los "nuevos", delincuentes de "silencio" me pusieran Atencion, una vez que todas las miradas estuvieron fijas en mi, puse la silla a un lado de uno de los tantos autos del año que estaban estacionados en nuestra "Guarida secreta", subí hasta el techo del coche rojo.

-Miren todos ustedes, ya hemos trabajado juntos antes cuando nuestros padres estaban en "silencio", es nuestro turno ser como ellos, ser los mejores, así que como decía mi padre:
"Si quieren estar aquí, aprendan a ignorar; ya sea el dolor, sueño, miedo o lo que sea, si no es así larguense orita porque mañana sera demaciado tarde"
Todos se quedaron callados, los que tenian sueño fueron por café, los que tenían miedo cerraron sus ojos y respiraron profundamente.
-Los quiero moviéndose, son las dos a.m., a las 3:15 a.m.ese banco debe estar vacío-
Dije, todos me miraron mas despiertos.
-Cuando Justin llegue por esa puerta-
Señale la puerta blindada que llevaba a la salida.
-Con las armas, aran una fila y Sandra les asignara una arma dependiendo su personalidad, y el que no este listo y se forme en esa fila, sera torturado por Connor "El rey de las navajas" por aproximadamente 24 horas o más-
Todo quedo en silencio, unos se miraban asustados, otros despreocupados.

-¿Y tu que? ¿Porque te nombraron jefa no te pueden torturar, o maltratarte si no estas lista o desobedeces?-
Isabella como siempre tratando de retarme y/o provocarme para quedar mal ante todos. Me deslize por el techo y vidrio del auto hasta que mis botines de tacon corrido negros tocaran el piso.
-Es obvio que si pueden, pero si lo estoy diciendo es porque tal vez yo ya estoy lista ¿no crees?-
Dije con ironia y con una pequeña sonrisa de boca cerrada, Isabella, que siempre tuvo sus brazos cruzados rodó sus ojos miel, dio media vuelta y comenzó a caminar lejos de mi moviendo su cabello negro ondulado que estaba atado en una cola alta, y, como siempre haciendo sonar sus enormes zapatillas de tacón de aguja.

-Tu siempre ganas-
Dijo Edward riendo, lo mire seria.

-Esto no se festeja Ed, somos del mismo equipo, esto no puede seguir así, ¿cuanto tiempo llevamos peleando así?-
Dije.

-Mm... si me permites... calculando la edad que tienes a la edad en que se conocieron, serian aproximadamente 16 años-
Dijo un chico del fondo mientras se acerca a mi con una calculadora en su mano.

-Wow, eso no es poco ¿o si?-
Dijo Edward. Todos y todas lo miramos como : "¿Es encerio? B( " , el solo se encogió de hombros y levanto sus manos en señal de rendición.
-Solo preguntaba para estar seguro... de que eso era correcto o incorrecto-
Trato de justificar su ignorancia.

El chico de la calculadora se llama Oscar, un chico súper inteligente, el tuvo la suerte de graduarse de la preparatoria a los 15 casi dieciséis años ya que lo adelantaron de años por su gran cerebro, todos habíamos estudiamos en el mismo colegio privado, pero claro, cada quien en su respectivo grado.

-Si, serian dieciseis años... es mucho tiempo... En mi defensa ella comenzó-
Dije levantando mi mano derecha no muy alto.

-Hahahaha, si, yo estaba ahí, tenias 5 yo 6 y Isabella 5, tu papá las presento ya que yo ya la conocía a ella al igual que a ti, tu primera reacción fue sonreír y la de Isabella... lansarte una bofetada, y después de eso ambas terminaron sucias, despeinadas y moreteadas-
Dijo riendo Edward.

-Ven! Ella comenzó!-
Dije, y algunos rieron, la puerta se abrió dejando entrar un BMW blanco, Justin había llegado.

-Vamos muevanse los quiero en sus respectivos autos en 15, PERO YA!-
ordene, todos comenzaron a correr por todos lados mientras otros hacían la fila detrás del auto de Justin, saque los guantes negros de la bolsa de mi pantalón y me los iba poniendo mientras caminaba hacia mi auto; un BMW negro blindado y con vidrios muy obscuros, entre a mi auto y al mismo tiempo subió también alguien al asiento del copiloto, pegue un pequeño brinco al escuchar esa puerta cerrarse, volte a ver quien había cerrado la puerta tan fuerte y para mi sorpresa era Mario.

-¿Porque cierras la puerta así idiota!?-
Le pregunte enojada.

-Perdón, ni que fuera de oro-
Dijo mirándome como si yo fuera una puta presumida, rodé los ojos.

-Bajate de mi auto, cada quien tiene el suyo propio-

-Recuerdas hace una semana que pedí un descanso para ir a hawaii... bueno no fui, en realidad estaba aquí... gastando todo el dinero que me diste...-
Miraba a Mario como si yo fuera el terrible fantasma de una película de terror.

-Los 35 mil dolares, ¿se fueron A LA MIERDA POR TU CULPA?-
Le dije ya, súper enojada.

-Tranquila tienes mucho mas que eso-
Dijo indiferente, se podía escuchar mi respiración.

-¿Y cual es tu pretexto para no salirte de mi auto?-
Dije restándole un poco de importancia y recargando mi frente en el volante , esperando la respuesta mas idiota de Mario.

-Bueno salí con unas nenas... ya sabes no?, me emborache de mas y cuando ya venia para acá me asaltaron...-
Termino de decir.
Mire a Mario

«Es enserio? Bl»

-No, no, no, no, si idiota te queda corto, dejame analizar la situación:
Tu eres un delincuente o criminal, como lo quieras llamar-
Dije señalándolo, el sonrió con superioridad miestras acomodaba su camisa
-Bien tu eres el que se roba los autos?-

-sip-
Dijo sentándose mas derecho.

-Entonces, ¿COMO DIABLOS FUE QUE TE ROBARON UN AUTO ASI?-
Dije mientras lo golpeaba.

-Auch, ahh, tranquila-
Me tomo de ambas muñecas para que parara de golpearlo.
-Estaba muy borracho ya te lo dije! Perdón no volverá a pasar-
Me solté bruscamente de su agarre.

-Abrochate el cinturón
Dije, suspirando rendida, Mario muy feliz me hizo caso, saque de los ha cientos de atrás unas converse blancas y una gorra negra con las iniciales de New York en blanco, le subí los pies a las piernas de mi amigo.

-¿Que haces?-
Me pregunto confundido.

-¿Quieres estar en mi auto? Entonces ayuda me a quitarme los zapatos-

ESTA HISTORIA SERA PASADA A OTRA CUENTA!