He llegado. Es un día precioso. Quizás porque me juntaré con él. O porque estoy feliz. Y quizás esté feliz por eso. O porque es un día precioso. La primera. La segunda. Todas. Ninguna. Que más da. Como decía es un día precioso. Ni mucho calor. Ni mucho frío. El sol se deja ver entre las ligeras y blancas nubes. Hay una suave brisa. Me gusta. Me siento feliz. Y un poco nerviosa. Me dan ganas de gritar. Y de reír. Y de llorar. Estoy calmada. O eso aparento. O eso intento aparentar. Mmm. Algo... suena. ¡Oh! Mi celular. Me llaman. Me llaman. Me llaman. Me llaman. Me llaman... Mhhh... Ffff... Es él...
Ya. Hemos hablado. Está esperándome al lado de la fuente.